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- ¿A dónde?- pregunta mi madre mientras preparo mis cosas para irme a acampar.

- Iremos a Core Arboretum.

- Bueno. ¿Quién más irá?

- Elena, Casian y Leon. Los de siempre.

- ¿Irá mi pequeña Elena?- dice ella con sus ojos brillantes.

- Sí.

- Ay, hace mucho que no la invitas a la casa.

- Madre, te ves prácticamente todos los días con su mamá.- le reclamo.

- Pero a ella casi no la veo, sabes que vive con su padre.

- Bueno, bueno, después la invitaré a casa. ¿Contenta?

- Sí, mejor vete que se te hace tarde.- me da un ligero golpe.

- Cierto, creo que Leon ya llegó por mí.

Tomo mi mochila llena de cosas y mi guitarra que esta en su funda.
Tengo planeado tocarla en la fogata que haremos por la noche, me gusta mucho ese instrumento.

He compuesto algunas canciones, pero me da un poco de pena mostrarlas.

Pero dejemos de lado eso que ahora voy tarde, y estoy seguro de que Leon me estará gritando por hacerlo esperar diez minutos.

- ¿Por qué carajos tardas tanto hombre?- me grita.

- Ya estoy aquí.

- Nunca podemos llegar a un lugar a tiempo por tu culpa.- dice Elena.

- Ya cállense.

Me subo al asiento de atrás, el bastardo de Cassian me gano el del copiloto.

- Me tuve que levantar temprano, déjenme.- digo mientras acomodo mi cabello.

- Cierto, se me olvida que te levantas a las dos de la tarde.- dice Cassian entre risas.

- Mejor cállate.- me rio.

Recorremos las calles, el viento está un poco frío, pero es soportable, el sol ilumina todo a su paso y las nubes abarcan gran parte del cielo.

Vamos escuchando la radio, la canción que suena es movida y además es una que todos conocemos, así que los cuatro la cantamos a todo pulmón.

- ¿Por qué no trajiste tu camioneta Cassian?- pregunta Elena.

- Leon dijo que quería llevarnos él, así que no insistí.

- Siempre quiere presumir su Mercedes.- ríe.

- Así es, fue un regalo de mi abuelo y me gusta que todo el mundo lo vea.

Su abuelo murió el año pasado por un ataque al corazón, nosotros estuvimos ahí para él cuando más lo necesito.
Siempre hemos sido los cuatro, Elena, Cassian, Leon y yo.

En la preparatoria aveces nos juntábamos con la chica, ya que tenía más amigas y se iba con ellas, además había algunas cosas que no nos contaba a todos.

Como su primer amor, sus miedos y esas cosas.
Bueno, al menos a Leon y a Cassian no.
Conmigo era todo lo contrario, ella y yo siempre nos contábamos todo.

Pero siempre deben de haber algunas cosas que sean solamente para nosotros mismos.

Después de un tiempo en carretera, por fin llegamos al bosque.
Es... bueno. ¿Qué les puedo decir? Sólo hay árboles y más árboles por doquier.

- Dame eso.- le quito la mochila a Elena y le ayudo con sus cosas.

- Gracias.- me sonríe de lado- ¿Y ahora qué hacemos?

- Dijeron que debíamos de esperarlos aquí.- dice Leon.

- Ya ven, aún no llegan y ustedes ya me estaban reclamando de que llegábamos tarde y todo eso.

- Deja de ser tan dramático.- dice Cassian con burla.

Pasan cinco minutos hasta que finalmente llega una camioneta gris y un auto amarillo pequeño, estoy seguro de que es un Suzuki Swift.

Es horrible.

De estos, bajan chicos y chicas como si fueran hormigas.
Veo como la novia de Leon se acerca a él con sus brazos extendidos.
Su nombre es Mina.

- ¡Mi amor!- chilla ella.

- ¡Corazón!

Veo a Elena hacer una mueca de disgusto por el afecto que se dan, así que trato de reprimir una risa burlona.

- Nicolás.- dice Mina una vez que se separa de Leon.

- Hola.- sonrío.

- Y aquí está todo el escuadrón.

- Hola Mina.- dice Elena.

- Hace mucho que no te veía.

- Sí.

- Bueno, chicos. Ellos son Andrew, Nick, Aidan, Victoria, Aurelia, Meredith y Alessandra.

Señala a las personas que están frente a nosotros.

- Ellos son Cassian, Elena, Leon y Nicolás.

- Mucho gusto.- dice Cassian.

- Hola.- contestan.

Mis ojos inspeccionan a todos, uno por uno.
Hasta que los termino posando en la chica llamada Alessandra.

Sus ojos son de color avellana, su cabello es café un poco largo, tiene unos labios finos y delgados, es un poco pequeña, su cara se ve más pálida por La Luz que se refleja y sus brazos están trenzados con los de dos chicas más.

La miro sin siquiera disimular, ella lo nota y me observa con la misma intensidad en la que yo lo hago.

- Bueno, vayamos a explotar el bosque.- dice Mina sacándome de mi trance.

Aparto la vista de ella y me concentro en mis amigos, hasta que juntos estamos adentrándonos al bosque.
Después tendré tiempo de detallar mejor a la chica.

Una noche más a tu lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora