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- No te preocupes, todo va salir bien.- dice Elena tras el teléfono.

- ¿Segura?

- Nicolás, no soy bruja.- me rio un poco.

- Lo siento, es solo que estoy nervioso, faltan veinte minutos para que llegue.- acomodo las cosas que están sobre la mesa.

- ¿Qué preparo Leon?

- Creo que espagueti con albondigas y salsa de tomate.

- De sólo escuchar el nombre ya se me antojo.- suelta un quejido.

- Espero que le guste.

- Verás que sí, ahora vete a bañar porque sé que apestas.

- Tú sabes cosas.- me rio.- Nos vemos luego Elena.

- Adiós Nicolás, después necesitare los detalles eh.

- Claro, nos vemos.

Cuelgo el celular, suspiro y trato de que mi subconsciente no me muestre los mil escenarios en el que todo podría salir mal.

Subo a mi habitación, tomo ropa limpia y me meto a bañar en menos de diez minutos.
Al salir de la regadera, me dirijo nuevamente a mi cuarto y trato de arreglarme, me pongo perfume y cepillo mi cabello.

Estaba terminando de acomodar mi pelo hasta que escucho el timbre, sé que es ella así que bajo las escaleras rápidamente.

Una vez en la puerta, llevo aire a mis pulmones repetidas veces hasta que sé que es suficiente, abro la puerta y...

Ahí esta ella, con un overol de mezclilla, debajo de este tiene una sudadera color rojo intenso, su cabello esta recogido en una coleta, pero con algunos mechones sueltos.

- Ale...- suspiro.

- Wow, te arreglaste demasiado para una noche de películas.- se ríe.

- ¿Yo? Ah, cierto.- me rio.

- ¿Estás bien?

- Claro. ¿Por qué no lo estaría?

- Bueno, te ves demasiado nervioso.

- No, no, no, es solo que... tengo algo para ti.

Abro paso para que entre, una vez que lo hace cierro la puerta y cercioro de que todo este en su lugar y de que las luces estén en un tono bajo.

- Nicolás...- suspira una vez que esta en el comedor.

- ¿Te gusta?

- ¿Por qué no me dijiste que íbamos a tener una cena en vez de una noche de películas? Me hubiera arreglado, mírame, parece que voy al parque con esta ropa.- me rio de ella.- Pero no te rías. 

- Lo siento.- trato de reprimir una sonrisa burlona.- A mí me gusta como te ves.

- Pero tú traes ropa formal, yo no.- habla con desesperación.

- No te preocupes.- me acerco a ella.- Te ves hermosa traigas lo que traigas.- susurro.

Alessandra se sonroja ante mi comentario.

- Bien.- sonríe.

- Toma asiento.- me apresuro a mover la silla.

- Gracias.

Camino hacia la cocina y traigo la comida.

- Huele muy bien.- dice una vez que llego a ella.

- Verdad.- tomo asiento frente a la chica.

Una noche más a tu lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora