Target

122 12 3
                                    

Al despertar tuve un agudo dolor de cabeza, pero noté que tenía encima de mi frente algo frío y suave, al tocarlo pude sentir un trapo algo mojado, supuse que era agua. Cuando mi vista se acostumbró, me di cuenta de que estaba en una habitación que no era la mía, busqué mi arma desesperadamente, pero al girarme vi que estaba sobre una mesa de noche.

"Joder...", dejé salir acomodándome entre las sábanas. Ahora mismo no sabía qué hora era ni cuanto había dormido.

Era cierto, estuve con Hanma la última vez que estuve despierta. ¿No me hizo nada?

Algo tensó las sábanas a mi derecha, miré a Hanma recostado sobre el borde de la cama, mientras el resto de su cuerpo yacía en el suelo. Seguía dormido, pero por mis movimientos bruscos arrugó su nariz y comenzó a despertar. Su cabello estaba desacomodado, no como lo llevaba siempre.

"Despertaste", dijo después de bostezar. "Ten", tomó un vaso de agua el cual miré con duda. Él giró sus ojos y tomó un sorbo del vaso, así que accedí a tomar agua. La garganta la tenía muy seca.

Bebí toda el agua y sentí alivio en ese momento.

"¿Cuánto dormí?", pregunté ahora con una mano sobre mi cuello.

"Bastante para decirte que hoy tenemos una misión en unas... tres horas", miró su reloj.

"¡¿Qué?!", me exalté y quité las sábanas de encima, aún mi ropa estaba completa. Hanma me miraba con aburrimiento mientras no se movía de su lugar. "Muévete, tenemos que comprarnos ropa", jalé de su brazo, pero me mareé.

"Antes de eso debes comer", se levantó del suelo y tomó mi mano para llevarme a la cocina de su casa, seguí sus pasos al no conocer en lo absoluto su hogar.

Me senté en una mesa de cerámica que daba la vista a la cocina y esperé a que me sirviera, ya que estaba débil por no haber comido desde ayer, a demás el tema de mi padre hacía eco en mi cabeza. Sé bien que no es mi padre biológico, pero el cariño que tomé hacia él es incomprensible para Carlo, quien cree que por ser mi padre adoptivo no deben haber lazos entre ambos.

"Hey", movió mi hombro. "Aquí está", miré hacia abajo y al frente había un tazón de sopa.

Comencé a comer esta vez sin querer sospechar si la sopa tenía cianuro o no, moría de hambre y necesitaba recuperar fuerzas.

"Está... Salada", sonreí y seguí comiendo.

"¡Pues entonces no comas!", se dio la vuelta algo sonrojado.

Sin haberme dado cuenta había comenzado a llorar mientras comía. Hace mucho no sentía la calidez de una sopa preparada por alguien más para mi.

"¿Qué?", dejé salir al sentir como mis lágrimas empapaban mis mejillas. Hanma se dio la vuelta al escuchar mi voz quebrada.

"¿Ahora qué te pasa?", cubrí mis ojos con mi brazo para que no me viera llorar, me daba vergüenza.

"No le hables así a tu superior", traté de regañarle pero las lágrimas seguían saliendo. Escuché el sonido de la cuchara chocar contra la taza, quité mi brazo y miré a Hanma, quien me estaba dando de comer como si fuese un bebé.

"No me hagas hacerte comer, superior", al referirse a mi lo dijo con un tono sarcástico. Este chico de verdad irrespeta las figuras de autoridad...

Nada mal.

Tomé la cuchara y seguía comiendo. Hanma me dio mi espacio mientras tanto comía, se fue a su habitación y pude escuchar algunas de las cosas que hacía, como abrir un closet, sacar cosas...
Terminé la sopa bastante rápido, me dirigí al lavabo para limpiar la taza y dejarla secando. Caminé por la casa de Hanma, al parecer no vive solo, claro está.

GAME OVER (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora