GAME OVER (en edición)

Planificar

Hacía dos días que había estado dentro del hogar de Hanma. Hace dos noches Kisaki decidió unirse a nuestra causa de acabar con la mafia y tomar su lugar, aunque esto lo habrá aceptado porque le beneficia, el mismo Hanma me soltó en una confesión que Kisaki quiere llegar alto. Me interesan una mierda los motivos que tenga por los cuales quiera ser un gangster de calibre alto con miles de gobiernos apuntándole y enemigos dos pasos detrás de él, pero cada uno tiene sus razones. 

Siempre tienes razones, y la diversión es la primera. 

Yo había estado mejorando y aceptando la situación, me había instalado en su habitación y él decidió quedarse en la sala mientras tanto, pero por las ojeras bajo sus ojos puedo asumir que el sofá no es muy cómodo. En estos dos días no hubo tanto entre ambos, simplemente compañía que nos dábamos o alguna que otra mirada, no está del todo claro lo que seremos y dudo que vayamos a aclarar algo ahora mismo. Alejé todos esos pensamientos y hablé. 

"Mi familia... Está en Italia", comencé, de inmediato obtuve su atención. 

"¿Piensas viajar?", llevó el cigarrillo a su boca. Por la marca de sus nudillos puedo deducir que por la madrugada tuvo una pelea. Sí, Hanma había llegado tarde y me quedé esperándolo.

"Sería lo mejor, aquí no estamos seguros. Menos si tenemos el gobierno colocando carteles de busca y captura", eso lo sabía por las noticias, pues no me había ni acercado a la puerta, menos tenía ganas de salir ahora que mi vida es un asco.

"Yo me siento bastante cómodo aquí, además cabe recalcar dos cosas", me miró y a su vez botó el humo por la nariz. Alzó sus dedos según enumeraba. "Uno, te olvidas de que tenemos que abolir una mafia entera nosotros mismos y dos, Kisaki tiene sus contactos y han ido quitando cartel por cartel", dejó el cigarro consumirse en el cenicero y se puso de pie, su altura me hizo tener que inclinar mi cabeza para verlo mejor. Asentí, al fin y al cabo tenía razón, no estoy pensando bien las cosas. 

"Eres inteligente para ser un niño", le molesté al propio, me hice a un lado pero extendió su brazo para detenerme. 

"Me ves de todo menos como un niño", su voz se profundizó y sus pupilas de dilataron, dejando paso a un color ámbar más oscuro. "Entre los dos yo aparento más edad", sonrió. 

"Por fumar tanto", le di un golpecito en el pecho. Justo entonces Kisaki tocó la puerta, habíamos estado esperándolo así que sabíamos que era él, además no solemos entrar en contacto con nadie más. 

"Hay que comenzar a planificar todo esto de una vez", entró sin siquiera saludar, se sentó en el sillón esperando que imitemos su gesto. 

"¿Qué procede esta vez? Dijiste que me querías dentro de tu plan, pero sé que siempre lo estuve", lo desafié. 

"Eso cambió ahora, eres parte de nosotros, lastimosamente", acomodó sus gafas y soltó un suspiro de cansancio. 

"No creo que te duela estar conmigo, Kisaki. Sabes muy bien que fácil llegarás a tu objetivo conmigo a tu lado, así que ni se te ocurra usar a alguno de tus contactos en mi contra, sino me encargaré de dejarte en la quiebra, pero eres inteligente y dudo que se te cruce por la cabeza tenerme como oponente", me senté en una silla cercana, apoyando mi cabeza en el respaldar. 

"Veo que analizas mis pasos", sonrió debido a mis palabras. Esto era como una guerra de planificadores entre él y yo. Ambos nos estábamos apuntando con un arma imaginaria pese que nos sería un suicidio dispararle al otro, así que lo más lógico sería llevar la fiesta en paz. 

"Me aburro", suspiró Hanma al lado de Kisaki, el ambiente estaba un poco tenso. 

"Teníamos dentro de nuestros planes crear una pandilla llamada Valhalla, consiste en una pandilla de matones sin un líder que la represente", explicó con determinación. El tema del líder me llamó la atención, usualmente a quien se le conoce más es a un representante, sus planes son intrigantes. "Lo de la mafia puede aplazarse un poco debido a este plan en medio".