[1] Rechazar el amor del Ex marido

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Así, con determinación en su corazón, Ruan Tian simplemente cortó toda conexión con el mundo exterior. Apagó el teléfono, la televisión y el ordenador, y no hizo otra cosa que concentrarse en el estudio del guión durante varias horas seguidas.

El papel representaba a un personaje adormecido y melancólico que, de alguna manera, aún tenía alguna esperanza y expectativas en la vida.

Era una prostituta que había tenido muchos clientes. Una mujer que fumaba y bebía y que utilizaba a diario cosméticos de mala calidad para pintarse la cara de forma llamativa.

El protagonista masculino era un policía encubierto y, para proteger a la protagonista femenina, utilizaba a la segunda protagonista para acercarse a ella.

Al final, la segunda protagonista femenina fue lo suficientemente tonta como para morir por el protagonista masculino.

Cayendo en la boca de su pistola.

Ruan Tian miró a su espejo con una mirada entumecida. Parpadeó y las lágrimas empezaron a resbalar por su cara inconscientemente.

En ese momento, sintió que se había convertido realmente en la segunda protagonista femenina.

Tal vez debido a sus propias experiencias, Ruan Tian fue capaz de sumergirse en el papel muy rápidamente, pero escapar de él fue un proceso lento.

Se sentó aturdida tratando de interiorizar el papel durante mucho tiempo. Cuando por fin salió de su ensoñación y se dio cuenta de que era hora de lavarse e ir a la cama, hacía tiempo que sus piernas estaban blandas y entumecidas. Al final, se tapó la cara contra la almohada y cayó en un sueño profundo y sin sueños.

* * *

A las nueve de la mañana del día siguiente, la alarma de su teléfono sonó y la despertó como de costumbre.

Ruan Tian se levantó de la cama con los ojos apagados, se cepilló los dientes, se lavó la cara, se maquilló y cogió un abrigo rojo muy festivo de su armario. Viéndola, no se podría pensar que se iba a divorciar, sino que se podría sospechar que se iba a casar.

Ruan Tian guardó en su bolso todos los documentos que necesitaría para el divorcio y llamó a Shen Shu al salir de casa. Como era de esperar, fue su secretario quien contestó al teléfono.

"Señorita, el presidente está ocupado ahora mismo".

"Si tiene algo que pueda decirme, se lo transmitiré al presidente".

Ruan Tian pudo notar que este secretario desconfiaba de que Ruan Tian sólo llamara para molestar a su jefe, como siempre, y estaba ansiosa por colgarle rápidamente el teléfono.

Respiró hondo y dijo: "De acuerdo, dígale que le veré en la puerta de la Oficina de Asuntos Civiles a las diez. Pídele que por favor no llegue tarde".

El secretario se quedó un poco sorprendido por estas palabras. ¿Por qué no se había enterado de que el presidente y su mujer iban a divorciarse?

En los últimos años, muchos rumores sobre Shen Shu y Ruan Tian habían corrido por la empresa, pero básicamente se reducían a que "la mujer del presidente le acosaba locamente". Sin embargo, como secretaria del presidente, naturalmente sabía un poco más que los forasteros.

Por ejemplo: Salvo la única vez que la señorita había hecho más de 100 llamadas al presidente hace dos años, nunca había tomado la iniciativa de volver a buscar al presidente ni siquiera había preguntado por alguna noticia sobre él. Por supuesto, la actitud del presidente hacia la señorita ni siquiera se mencionó.

En definitiva, ambos actuaban realmente como si nunca hubieran estado casados en primer lugar.

El secretario reflexionó por un momento sobre qué hacer. Finalmente, se dio la vuelta y se dirigió al despacho del presidente, y transmitió las palabras de Ruan Tian a Shen Shu al pie de la letra.

Al escuchar esas palabras, el rostro de Shen Shu se tensó y sus ojos se hundieron y oscurecieron. Era evidente a simple vista que estaba de mal humor.

Pero tras un breve momento, Shen Shu dijo con voz llana: "Prepara el coche".

Su secretario se quedó sorprendido por segunda vez en otros tantos minutos. Su instinto le decía que el jefe podría no querer realmente este divorcio.

Después de todo, en este momento el rostro de Shen Shu era muy sombrío, revelando claramente sus emociones de una manera que rara vez se permitía.

Pero el secretario no lo entendía. Por lo que sabía, el presidente no debía amar a su esposa en absoluto. Así que ahora que estaban a punto de divorciarse, ¿por qué parecía tan infeliz?

* * *

Ruan Tian y Shen Shu llegaron a la Oficina de Asuntos Civiles casi al mismo tiempo. Ella se había puesto un sombrero y una máscara para evitar que alguien la reconociera.

Al principio, había querido acercarse y decir unas palabras a Shen Shu para aliviar el extraño ambiente, pero parecía que él no quería hablar con ella en absoluto porque utilizó sus largas piernas para pasar junto a ella y caminar directamente hacia la ventanilla del divorcio.

La empleada detrás del mostrador siguió el procedimiento habitual de intentar persuadir un poco a la pareja de divorciados.

"¿Lo han pensado los dos? ¿Realmente quieren divorciarse?"

"En. Ya que todavía tengo vida por delante, mejor vivirla". Respondió Ruan Tian.

Shen Shu puso una cara fría y no dijo nada.

Ruan Tian se inclinó hacia delante y susurró: "Hermana, gracias por tu preocupación, ah. Pero ambos hemos pensado seriamente en esto, así que por favor ayúdanos con las formalidades".

Cuando la empleada vio su actitud seria, ya no trató de persuadirles y en su lugar dijo en tono oficial: "Entonces, por favor, presenten sus documentos de identidad, libros de cuentas y certificados de matrimonio".

Ruan Tian se apresuró a entregar toda su documentación.

Sin embargo, a su lado, Shen Shu no se movió en absoluto. Se puso un poco ansiosa y le golpeó con el codo antes de murmurar. "Tus documentos".

Ruan Tian sintió de repente que si Shen Shu le decía que no había traído sus documentos...

Ella definitivamente lo mataría.