Capitulo 4

647 33 3
                                    

Austin:
Entenderás porque soy así, cuando te duela el alma como a mí.

Aún estaba tratando de recapacitar la cantidad de estupideces y tonterías de las que estaba hablando mi hermano, lo malo es que yo empecé sacándole el tema del anillo de no ser por eso no me habría enterado de nada y ahora, otra vez, se me venía a la mente el pasado. No se si es una especié de maldición karma o como quiera que se llame pero es que siempre que pasa algo, ese algo tiene que ver con algún recuerdo o significado relacionado a ella. Y ahora mi hermano, estaba actuando como yo, se le ve tan distinto ya no es tan serio y cara de pocos amigos como lo era antes, es más ahora lo soy yo, e incluso se le ve más juvenil.

Desde lejos se nota que ha caído, caído pero muy afondo y eso no le va a llevar a ninguna parte, porque se perfectamente que ninguna chica, por más ángel que parezca o incluso santita hija de mama y todo lo que tu quieras, esconde algo por detrás de ese rostro.

Solo se tiene que desenmascarar lo cuál eso es lo que más bien he aprendido en este último año.

Levantándome del sofá para irme a otra parte ya que no podía seguir soportando el palabreo de mi hermano sin cesar sobre lo mucho que admiraba a su tal Lauren y todos sus rollos y no se que más cuentos, lo curioso es que ella es su secretaría ¿no se ve desde lejos que hay gato encerrado?.

Que no se me mal entienda, no me refiero a que mi hermano no tiene derecho a enamorarse o algo por el estilo.
Si lo tiene, pero no lo voy a permitir cosa que es distinta

Pero de momento a seguirle el rollo ya se verá que haré pero que esa noviecita suya nuestro apellido no tiene y lo gracioso es que también ¡trae la hermana! Esto es la hostia.

Estoy ansioso por conocerlas

Notando a mi hermano meter la mirada en mi, me doy cuenta de que mi madre entró en escena , tratando de no parecer tenso me volví sobre mis pasos mientras que mi madre me siguió sentándose en el medio del salón, una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro hacia ambos, Jacob se la devuelve con toda la normalidad y entonces ambos me miran de reojo, obviamente se nota que esperan una respuesta de mi sobre este tema pero que voy a decir, si hablo enserio, empezaran a sacarme el puñetero pasado, si miento se alegraran pensando que todo esta bien ¿Dime tu que hago?

—He estado escuchando vuestra conversación—añadió mi madre acomodándose en el sofá mientras encendía el climatizador con el mando control remoto, observo a mi hermano detenidamente sin apartar la mirada notando como este observaba su anillo sin mostrar ninguna expresión ahora serio a espera de que más iba a decir mi madre, yo solo pedía algún milagro y que mi madre le dijese algo que le hiciera cambiar de opinión pero estamos hablando de mi madre la señora más buena que conozco y le desea el bien a todo el mundo por lo tanto las esperanzas se disminuyen—.  Todo estará bien, hijos—nos miró a ambos en especial más a mi—. Jacob hijo, tu te casaras con la persona que tu corazón quiera y desee pero antes debes estar seguro si esos sentimientos que sientes, son de ambos lados sino cometerás un grave error del cuál ya tenemos experiencia—Me miró a mi directamente mientras insinuaba sin hablar que se estaba refiriendo a mi, se que no lo hace a malas ni nada pero ¡no mamá! ¡no saques el tema otra vez cuando fuiste la primera en decir que de eso ya no se hablaba más aquí en casa!
—Perdona Austin por si te incomodó—sintió mi incomodidad al instante—.Pero por favor hijo no te lo tomes tan apecho al fin y al cabo es algo por lo que has pasado—Prácticamente me estaba diciendo que yo fui el bobo de la historia y que nunca me planteé los sentimientos de Elena al cien por cien hacía mi.

Si os digo la verdad, en parte esta en lo cierto..., nunca llegué a hacerlo. Pero eso ¡no justifica su infidelidad! El daño hecho, hecho esta.

—Si mama, se que no lo dices a malas—volví a fingir una sonrisa mientras en mi interior quemaba, ardía tanto que quería explotar y sacar todas las palabras.

—Lo se madre—añadió Jacob detrás de mi—. Lo tengo todo en cuenta, no cometeré ningún error, estoy muy enamorado de ella y lo sabes, es una sensación inexplicable—me doy cuenta que este vuelve a sonreír suponiendo que estaba pensando en ella.

—Pues nada¡felicidades que vaya bien!—Exclame en grito de una insípida alegría y tras ello me levanto—. Os dejo saldré un rato—salgo de la mansión sin añadir ni una palabra más porque no podía seguir estando en esa conversación de indirectas, palabreo no se que romances.

¡Que vaya bien y las hermanitas, bienvenidas sean!. Ja, esto es el colmo ya.

Agarrando del recibidor las llaves de mi deportivo que Asher había dejado antes, sali por completo de la barriada a medida que conducía por las oscuras calles de Nueva York, sin fijarme en la velocidad tan siquiera, estaba centrado en la carretera fija y el ruido del motor sonar cada vez más a medida que le daba al acelerador. No contaba de si, me sentía otra vez distinto con todo a mi alrededor no tenía sentido, no se lo que me pasaba tiene que suceder cada dos por tres y ¡no lo aguantaba!

Sin darme cuenta hacia donde conducía ni que camino había cogido, acabé llegando a la discoteca, si, esa de siempre, la que todos los findes acababa aquí con Elena y terminábamos uno encima de otro el sofa de la esquina de la habitación del fondo, con botellones liándonos dandole placer y claro ella dándome falsas esperanzas y suposiciones que nunca cumplió.
La discoteca era mía o más bien, la he comprado, es el lugar perfecto para todo lo que tengo en mente y como el dueño es un viejo amigo de mi hermano acabe por comprarla hace unos meses cuando aún estaba en Irlanda y mandé a Jeff un colega mío a que este al mando y hoy precisamente, era la apertura.

A pesar de no tener ánimos para venir ya que no me apetecía música ni chicas lanzándose sobre mi para que les haga lo que quieren ni mucho menos ver cutres parejas bailando prometiéndose tonterías y cosas que ninguno cumplirá. Al llegar a la entrada sali de mi auto, dándole las llaves al de seguridad para que se encargará de aparcarla bien, mientras que yo me despeine un poco para no parecer demasiado atrayente y que mejor, no me reconozca nadie porque no me apetecía ninguna ahora metí las manos en el bolsillo tras arreglarme algo la camisa dejando a la vista el tatuaje de escorpión que tenía tatuado en mi pecho, caminando con la mirada alta a medida que el ruido de la música abrumaba mis oídos mientras me introducía hacía dentro, en la puerta estaba Johnson otro de seguridad que se encargaba de visualizar si todos lo que iban entrando eran mayores de edad o no.

Suponiendo que sabia quien era, pase de él, adentrándome hacia adentro en donde un ambiente bastante feroz, con luces coloridas por todos lados una música bastante elevada la gente dándolo todo en la pista de baile a medida que movían sus caderas al ritmo de la música otros se comían a besos en las típicas esquinas de película. Algunos que otros chavales adolescentes parecían emborracharse mientras que otros preferían ligar con chicas buenorras que no estaban a su alcance.

Total cosas de chicos y chicas jóvenes me incluyo yo también lo que pasa es que hoy, se me da por ir más maduro.

Caminando más adentro hasta llegar a la zona del Dj mis oídos no percibían nada que no sea la música sin cantautor que sonaba a ritmo elevado y motivador, la gente gritaba de locura emoción y con la adrenalina en el cuerpo mientras tomaban tragos de cerveza vodka alcohol entre otros. Llegando al Dj este puso el modo reproducir de forma automática y se bajo del escenario siguiéndome hasta acabar en una habitación, la cual cerré la puerta tras entrar.

—¿y bueno, como van las cosas aquí?—exclame a medida que me acomodaba en el sofá mientras que se escuchaba mejor mi voz porque el ruido ya no llegaba tanto hasta aquí.

—Bien Austin todo va en marcha de momento—mostró calma en sus palabras—. Todo esta más que bien, el lugar esta casi lleno y nadie sospechará de nada—ante su tranquilidad aún más, una pequeña sonrisa se me escapo de mi rostro relajandome en el sofá mientras apoyaba las manos en los apoyabrazos.

—Así debe de ser, el jefe aquí soy yo y es así como debe de ser todo—exclamé mirándole con una sonrisa victoriosa—. Mañana llega la primera entrega y ya sabes, abajo en la segunda puerta y no permitas que nadie aparezca ahí debemos parecer lo más normal y corrientes posibles, no podemos defraudar al sr. Jason.

—esta muy claro Austin

—así tiene que ser—añadí levantándome del sofá—. Bueno te dejo al mando nos vemos, que mañana vuelvo a las "clases"

—que te vaya bien universitario

—no andes con formalidades, los dos sabemos que no vuelvo ahí por decisión propia lo hago por lo que tu ya sabes.

Las luces del amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora