Capítulo 2

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Narra Ana Gabriel

-¡Así no Ana!-Regañó Verónica-. Vamos desde el inicio.

-Señora, he practicado diez veces y no funciona.-Dije al borde del llanto.

Verónica miró el reloj de la sala y luego dio un suspiro.

-Vámonos a la casa ya es la hora de la merienda.-Soltó el pincel y lo dejo con cuidado de no manchar el lienzo. Limpio sus manos con una toalla húmeda, yo hice lo mismo-. Vamos que pongo el agua para el té.

Las dos salimos del salón donde Verónica me enseñó a dibujar y hablamos de arte, la escuchaba con atención, aunque los dibujos no salieran tan bien como a ella.

-Anilla cierra la puerta por favor.-Me dio la llave y se adelantó a dar vuelta a la casa y entrar. Cerré la puerta y entré-. Hoy tengo que salir.

-¿Puedo ir con usted?

-A esa hora tienes que estar durmiendo criatura.-Preparó dos tazas y les puso el té caliente-. Por favor corta el pan y prepara las mermeladas.

-Claro-Dije y me apresure a hacerlo.

-Mi hermano vendrá a cuidarte, se llama José Alberto, se encargará de que la casa esté tranquila hasta que yo vuelva.

-De acuerdo.-Apoye todo sobre la mesa-. ¿A dónde va a ir?

-Já, mira la criatura queriendo saber de mí-Rió-. Sólo unas horas y volveré antes del amanecer.

-Buenos días Verónica.-Susana entro a la sala y dejo un beso en mi frente-. Buenos días Ana.

-Buenos días Susana.-Sonreí.

-Buenas Su.-Se saludaron con beso de mejilla.

-¿Quieres merendar?-Pregunté.

-No gracias mi amor, vengo rápido a decirle algo a Verito.

-Ay ya vienen los problemas.-Comenzó a quejarse la señora.

-Dramática.-Se burló Susana-. Vikki Carr dice que quiere venir a tomar el té para ayudar con los preparativos de Navidad.

-Faltan 4 meses.-Miró sin entender.

-Pero esas cosas tardan Vero, más el tren que para diciembre va a estar lleno de viajes... es mejor ahora así en noviembre tenemos todo acá.

-Tienes razón...-Verónica se quedó pensativa.

-¿Vas esta noche? Dicen que van los mejores hombres de México-Dijo susana emocionada.

-¡Susana!-Verónica me miró y luego la miró a ella. Yo sólo reí.

-Así que es eso.-Reí.

-E... am... Ana.. Alberto te está esperando afuera, dijo que quiere pasear contigo o algo así, ya vete.-Dijo sacudiendo su vestido.

-Vuelvo antes del atardecer.-Dije y toma unas galletas.

Salí de la casa y Alberto se bajó del caballo, estaba un poco sudoroso porque hacía calor.

Solo quiero ser amadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora