Capítulo 5

7.8K 457 191
                                    


Desastre.

Es como puedo describir todo. Es un desastre. Todo está arruinado, perdido. Las bonitas paredes color crema ahora ni siquiera parecen haber existido bajo la mezcla que el fuego, el agua y el hollín han dejado. Los cuadros que alguna vez colgué en todas ellas han quedado pulverizados. El cristal de la ventana ha reventado por completo. Mi escritorio está a un soplido de desplomarse.

Todo es un desastre.

Me he graduado mucho antes de lo previsto al hacer años dobles. He podido conseguir trabajo en el primer bufete de opción que tenía, y había construido mi carrera en esta oficina, y ahora lo he perdido todo. Me siento un trapo de piso mientras algunas lágrimas bajan por mis mejillas.

Mi jefe se acerca a mí, mirándome con tristeza.

—Ha comenzado apenas te fuiste esta tarde. Y por suerte, ya que si hubieras estado aquí cuando comenzó...

—¿Cuál ha sido la causa? –interrumpe Rude en un gruñido, como si no quisiera oír que yo podría haber muerto más temprano.

—Según los primeros vistazos, se ha tratado de un cortocircuito en los cables superiores. –contesta mirando el desastre.

Rude no hace más que endurecer su gesto mientras lo mira.

—Lo confirmaremos luego. –dice, y luego se acerca a sus dos compañeros que trabajan en el área para buscar indicios. —Quiero que inicien cuanto antes los peritajes para saber qué lo ocasionó. Cámaras de seguridad de los pasillos, recepción y si no tienen mucho daño, las de aquí también. Abriremos una carpeta en el archivo con todo lo que tengamos.

—Si, jefe. –dicen ambos policías y luego se alejan para hablar por sus radios hacia la jefatura.

Rude vuelve a acercarse a mí y me envuelve con su brazo.

—¿Estás bien?

Yo suspiro y sacudo la cabeza.

—Era parte de mi vida, tengo suerte de haber creado copias de todos mis casos y haberlos guardado en la sala de archivos, porque los que tenía aquí han quedado hechos polvo.

—Me encargaré de todo, Rainbow. Lo prometo.

Mi ceño se frunce un poco al no entender de qué habla, pero estoy muy ocupada sufriendo viendo mi antigua oficina como para darle más atención a lo que dice.

—Esta área quedará cerrada para investigación, podremos reconstruirla cuando todo finalice. Hasta entonces, te ubicaremos en otra oficina, no tendrás otra alternativa que tomarte dos días para que el nuevo sitio pueda habilitarse.

Asiento con la cabeza, sin ánimos de nada ahora.

—De acuerdo.

Miro una vez más la oficina destruida, sintiendo una fuerte opresión en mi pecho. Rude toma mi mano y me saca de allí dentro. Habla nuevamente con los policías encargados y luego se acerca a mí.

—No se puede hacer mucho por ahora, mañana a primera hora comenzarán las investigaciones.

—No creo que se necesite tanta investigación. Fue un cortocircuito. –digo, a lo que él niega con la cabeza.

—Bien, pero quiero asegurarme de ello. Vamos a casa.

Vuelve a tomar mi mano y me giro una última vez para comprobar que todo esto es real. Y me pongo más triste al confirmarlo.

Cuando llegamos a casa, me encierro en el baño para cepillarme los dientes y quitarme la ropa que he usado para dejarla sobre el cesto cerrado. Me pongo la parte de arriba del pijama y me quedo en bragas antes de volver a la habitación.

Tempest Where stories live. Discover now