Capítulo 15

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Recomendación: leer este capítulo oyendo "Fire In The Water" de Feist

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Hace cuatro años, 2020.

Rude:

Eider está de pie frente a mí, luego de haberla traído a su casa desde el taller. Me ha visto con Tabatha y sé que le ha molestado luego de lo que hicimos hace dos días atrás en el baño.

No quiero pensar mucho en eso, porque comenzaré a ponerme duro si recuerdo una vez más su cuerpo, sus gemidos y la forma en la que se vino sobre mi lengua.

Ella me jura que no le afecta el haberme visto con la ex novia de Dan. Esa chica nunca estará a la altura de Eider. Y no hablo de un aspecto físico porque eso es lo que menos me importa. Hablo de un sentido de personalidad, y Eider tiene personalidad de sobra.

Su pobre excusa me hace sonreír, hasta que estiro mi mano y ahueco su barbilla. Muevo su cabeza e inspecciono su mirada con diversión.

—Si, detecto celos en esa mirada.

Ella me aparta de una manotazo y resopla mientras me mira de forma poco amistosa. Algo dentro de mí se enciende de otra forma. Siento que debo darle una explicación. Porque nunca habría pasado nada con esa tía.

—Nada pasó. Estaba a punto de apartarla cuando llegaste.

—No tienes que explicarme nada, Rude. Da igual si te follaste a Tabatha...

—¡No me follé a Tabatha! –grito cuando me harto de esa conclusión absurda que ha sacado solo por haberla visto en mi regazo.

—¡¿Oh, y por qué no?! –pregunta.

—¡Porque no puedo sacarte de mi cabeza! ¡¿Estás contenta?!

Ella se queda sorprendida por mi respuesta. Pero quería la verdad y aquí la tiene. No puedo sacarla de mi puta mente. Desde que despierto hasta que vuelvo a cerrar los ojos, Eider Deluxe no sale de mis pensamientos. Y eso está volviéndome loco.

—¿Estás contenta ahora? –pregunto suavizando mi tono para no asustarla. —Me ignoraste durante dos putos días luego de lo que lo qué pasó en el baño. ¿Qué coño ocurre contigo?

Su expresión vuelve a ser de odio hacia mí. Es genial, la única tía que no sale de mi mente me odia la mayoría del tiempo. Simplemente genial.

—Nada, Rude. Es solo que no soporto tenerte cerca.

Solo puedo sonreírle con suficiencia. Me miente. Jodidamente lo hace, y le sale fatal. Sé que en este momento se odia así misma por el hecho de haber disfrutado de la sensación que le di con mi lengua cada vez que la deslizaba sobre su coño.

—Los dos sabemos que estás frustrada porque sabes que no encontrarás a alguien que te coma el coño como yo lo he hecho. –farfullo.

Ni siquiera logro terminar la frase cuando su mano impacta contra mi mejilla. Mi rostro se gira hacia un lado y mi sangre comienza a calentarse en todo mi cuerpo. Y decir que eso no me ha excitado sería mentir. Vuelvo a mirarla y cuando me doy cuenta de la situación, ya estoy aplastando mi boca contra la suya.

Es eso lo que termina de volverme loco.
Presiono su cuerpo contra la pared y ataco su boca, ella apaga un gemido contra mí y separa sus labios, dándome el poder de besarla a mi antojo. Entonces profundizo el beso, y se siente como si un millón de estrellas fugaces hubieran caído sobre la tierra.

He olvidado la última vez que besé a una mujer. Años, tal vez. Y tampoco recuerdo las veces que lo hice en su totalidad, porque Eider logra borrar cada recuerdo que haya tenido con otra mujer. Incluso con mi ex novia sentía la obligación en cada momento.

Tempest Where stories live. Discover now