22.- ¿El fin?

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N/A: finalmente he publicado un nuevo capítulo. Me he tardado mucho lo se pero al menos quiero que sepan que si tengo presente la historia. había momentos en que solo estaba frente al escritorio dando vueltas porque tenía toda la escena en mi mente pero plasmarla en la computadora era totalmente distinto jajaja. Espero que les guste u si preguntan pro flor de dos mundos lo siento, tengo un bloqueo de escritor :( 

<<Inocentes, obedientes, infantiles, berrinchudos, eso es lo que es un hijo. Sobreprotector, amoroso, un superhéroe, alguien que empuja a sus hijos a alcanzar sus sueños, ¿cierto?>>

El polvo y la suciedad se pegaban en su piel como una segunda capa. Cansada y adolorida arrastraba sus pies en automático hacia su casa. Era tal su cansancio que con el más mínimo soplo del viento parecía que iba a caer de bruces al suelo. Dio gracias a que nadie conocido la vió camino a casa porque sino se hubiesen sorprendido y ella querido ahorcar de la vergüenza, en especial si Sasuke-kun la llega a ver así.

A su lado escuchó la gutural risa de Kaori que comparándolo con Sakura se veía brutalmente más decente que ella. Sakura le mira con reproche.

—No es gracioso, apesto a alcantarilla —dijo entre dientes. Mentalmente ella e Inner estaban ahorcando al chico.

Su primer día entrenando con ellos para poder moverse tan genial sobre los edificios como sus nuevos amigos no había sido tan malo, comenzaron a enseñarles los lugares "seguros" para caminar por los barrios bajos y hasta hace poco es que finalmente comenzaron a enseñarle a moverse como ellos.

—Si, sobre todo cuando tropiezas a cada paso al intentar atrapar rata.

¡Ratas, ratas! ¿Quién en su sano juicio se atreve a entrenar a otros cazando ratas? Solo ellos. De solo recordar esos grandes ojos de roedor mirando con burla y desafío cada que caía a trompicones sentía una sensación de asco, no está más que decir que he perdido el apetito en varios días. No quería ni mencionar a dónde es que la han llevado esos benditos animales.

—En serio, están locos para decir que eso se llama entrenamiento, de seguro se están burlando de mí —dijo cruzando los brazos.

—Te acostumbrarás, eres una de nosotros —dijo Kaori con confianza.

Con el tiempo ha aprendido que Kaori tiene un ego del tamaño del mundo por lo que en ocasiones como estas quería hacerlo morder el piso, por desgracia la única vez que lo intentó fue ella quien lo hizo con él sobre ella riendo.

—Ya en serio, ¿qué tiene que ver esto con lo que hacen? —preguntó deteniéndose frente a él cortando el paso.

Hasta entonces la risa de Kaori disminuyó hasta dejar una sonrisa de suficiencia.

—Puede que seas niña de casa y vayas a la escuela pero no lo sabes todo, no sabes cómo es sobrevivir en la calle, ahí es comer, ser vendido o morir de hambre —dijo encogiéndose los hombros—, las ratas son lo mismo, se mueven por los escondrijos para sobrevivir, huyen de los gatos, de la gente que los repudia y comen para vivir. Nos adaptamos y aprendemos de ellas a movernos hasta por los espacios más pequeños para huir.

Si lo ponía de esa forma no tenía sentido seguir quejándose de que esto solo es un truco para burlarse de ella.

—Malditas ratas —murmuró Sakura.

No olvides los insectos —agregó Inner.

Una vez que estuvieron frente a su casa a una distancia considerable se detuvieron.

—Hasta aquí llego yo, nos vemos otro día —dijo Kaori despidiéndose con el saludo marcial.

Una vez que se fue pudo borrar su molestia en el rostro, claro que le daba asco las ratas y los animales pero no podía negar que se divertía mucho pasar el tiempo con ellos, la tomaban en cuenta y se protegían entre sí y con Kaori como su líder realmente es una persona muy curiosa de conocer.

Sakura, el inicio de una kunoichiWhere stories live. Discover now