26.- Como un ave

419 71 24
                                    

<<La esperanza es lo primero que aparece cuando creemos que vamos a estar bien. Esperanza de abrirnos camino, esperanza de qué seremos, a dónde iremos. Y a veces, nos damos cuenta que no todo es como esperamos>>

Un nuevo día como gennin. Una persona como ella esperaba que al ser oficialmente un gennin su vida cambiaría por completo, en cambio, nuevamente Sakura se encontraba recostada en un árbol luego de hacer los ejercicios básicos mientras veía a Naruto y Sasuke pelear. Los primeros dos días aunque estaba cansada, esperó emocionada a que sea su turno de pelear contra uno de ellos dos, esperó y esperó y la oportunidad nunca llegó. Los siguientes días se le quedó viendo a Kakashi esperando que sintiera su mirada perforar su libro hasta llegar a él y finalmente rendirse para ponerla a entrenar.

Nada.

El día que la dejaron sola en el campo una vez que se quedó dormida fue el colmo. No iba a seguir desperdiciando su tiempo así que sabiendo que nada iba a cambiar decidió hacer algo más productivo, devoró varios libros de primeros auxilios, hierbas, estrategias ninjas y sobre todo cualquier libro relacionado con el jutsu que hizo la noche en que Naruto robó el pergamino, aquel jutsu la traía loca por no entender qué había salido mal. Cualquier cosa era bienvenida y más productiva que sólo quedarse viendo a sus compañeros pelear y Kakashi acostarse en una rama para leer su libro. El jutsu es algo que nunca había visto, tuvo que tomar prestado de la biblioteca libros de lenguaje antigüo, física, matemática, técnicas de sellado básicas e incluso una vez sin saber por qué sacó un libro de cuántica.

El día de hoy estaba tan entretenida que no se dio cuanta cuando los tres se fueron y la dejaron sola. como hoy no tuvieron una misión, no tenía el dinero suficiente para salir con Ino, así que en automático tomó sus libros, se quitó su banda ninja y las escondió dentro de un orificio de un árbol que usaba como su escondite, guardó su kit de armas y finalmente se dirigió al barrio directo a Kaori y los otros.

Como le era ya costumbre, tomó el camino menos transitado por sus compañeros y amigos, tenía especial precaución cada que doblaba a otra calle sin verse tan sospechosa y finalmente, una vez que nadie la veía se metía en un callejón distinto para ir al barrio bajo, quizá para algunos es un poco paranóico pero ella lo describe como precaución.

Una vez que estaba dentro de las conocidas calles, a paso apresurado las recorría hasta llegar a la guarida.

—¡Sakura! —dijo con alegría Botan. Corrió hacia ella y se colgó de sus brazos—, ¡Llegaste temprano!

Sakura lo abrazó y dieron un par de vueltas antes de que lograra equilibrarse. El chico desde la primera vez que se encontraron le pareció muy tierno, se pegaba a Mai y ella como si fueran sus madres. En varias ocasiones llegaba y le regalaba un escarabajo diciendo que son sus preferidos y por eso se los daba a ella. Incluso una vez, cuando estaban sin hacer nada en la guarida, al descubrir que no sabía leer ni escribir, decidió ayudarlo y a los otros niños que se vieron interesados.

Los demás chicos se acercaron a ella para saludarla a su manera, incluso Mai, que aunque sigue siendo fría, no notado los pequeños indicios de que finalmente la está aceptando como una de ellos.

Justo cuando estaba a punto de preguntar dónde estaba Kaori, dió un brinco del susto cuando dos cabezas aparecieron de cabeza frente a ella. Botan en sus brazos y los demás se rieron. Kaori y otro chico estaban con sus piernas colgando de una viga.

—¿Lista para patrullar y conseguir gatos? —preguntó Kaori con una gran sonrisa en su rostro.

Los ojos de Sakura centellearon de emoción. ¡Por fin dejará a esos sucios roedores!

Sakura, el inicio de una kunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora