11.-Inocencia de un niño

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<< "¡Ssh! los niños no se pueden enterar, ellos no sabrán nada si no decimos nada"... Esa es la mentira más grande del mundo, la mayoría de nosotros somos curiosos por naturaleza, miramos todo, sabemos cómo actúan los adultos, y si hay un problema lo detectamos aunque no nos digan qué sucede. Aunque quieran esconder lo malo, aunque sea para no lastimarnos, termina lastimando>>

Tardó un día en que despertara Sakura. Entonces se preguntó qué había pasado, ¿habían completado la misión con éxito? Sus últimos recuerdos eran borrosos antes de que todo se volviera negro. La única respuesta que tuvo es: "te golpeaste en la cabeza tan fuerte que te desmayaste".

Cuando le dijeron eso se avergonzó tanto que no quiso salir de su cuarto, le dejaron quedarse ahí, no llegó Kisame irrumpiendo en su cuarto a cargarla como un saco de patatas y meterla a la humeante tina con todo y ropa para que vaya a la escuela, no llegaron a decirle que debía entrenar, nada. Solo llegaban para ver cómo estaba y tratar de jugar con ella. Después de pocos intentos, la convencieron salir, pero siguieron sin insistir en entrenar.

¿Vieron que ella no estaba a la altura?

Tobi siguió haciendo travesuras con ella, Budu-kun enseñando matemáticas financieras, Sasori haciendo muñecos de madera y Konan origami, de ahí nada más. Es muy extraño, incluso para ella. Un día se atrevió a decirle a al abuelo que le entrene y el puso excusas antes de irse, fue con Barbie y el solo huyó como si quisiera llorar, intentó provocar a tiburoncin pero no resultó.

Sentía que su corazón lo punzaron con una pequeña y delgada aguja, aún así decidió esperar, quizá solo estan asustados, quizá solo estan esperando a que mejore antes de seguir enseñando a ser ninja. A la semana de haber despertado, por cuenta propia se despertó y fue a la escuela acompañada de Tobi, al menos no le dijeron que no fuera a la escuela, pero podía ver que en el desayuno, -estando todos ahí- se les veía un poco más serios de lo normal, incluso de la Barbie y Tontín.

¿Qué había hecho mal?

La duda comenzó a corroer dentro de ella, pero por miedo y duda decidió meterla hasta el fondo de ella. Faltaban dos años para que se graduara para convertirse en gennin y no quería echarlo a perder.

Quizá lo que más le irritaba es que algunos, cuando creían que ella no les miraba dejaban entrever una mueca de desagrado o tristeza. Su mente pendeja desde entonces comenzó a plantar el pequeño gusano de la inseguridad.

Al entrar a su salón de clase molesta, dejó su mochila en la parte trasera de su asiento antes de que Renji golpeara sus palmas de las manos en la mesa de ella.

—¿Dónde diablos estabas?, ¡mañana es la competencia inter-escolar! —gritó Renji poniendo su rostro enfadado casi en el de ella.

¿Competencia inter-escolar?

Antes de que Renji pudiera seguir gritándole, Shiro lo agarró del cuello de su camisa y lo jaló hacia atrás hasta tirarlo al piso con indiferencia.

—¿Estas bien?, estuviste mucho tiempo fuera de la academia —Shiro se quedó contemplando a Sakura, incluso hasta frunció ligeramente el ceño al verla—, estás distinta, hay algo en ti que no es como antes.

Sus ojos brillaron como un par de esmeraldas cuando el recuerdo la golpeó como un meteorito estrellándose en la tierra, ¡Es cierto! por estar pensando en lo raro que actuaba su familia había olvidado que se aproximaban los exámenes.

Una vez que en la academia de Amegakure, cuando cumplías el cuarto año de la academia, podías participar en la competencia inter-escolar, un evento en donde los de cuarto grado a sexto peleaban en una serie de eventos donde medían, habilidad, fuerza, destreza con shurikens, inteligencia y pelea. A los mejores se les agrega un plus en su expediente, mientras que los que tengan el puntaje más bajo, tendrán que repetir el año o en caso de que las calificaciones sean horribles, bajar de año.

Sakura, el inicio de una kunoichiWhere stories live. Discover now