3.-No temas

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—¿Quién eres tú? —El miedo invadió todo el cuerpo de Sakura al divisar la banda que adornaba la frente del hombre—. Eres de Konoha —apenas logró susurrar.

Paralizada, Sakura no pudo hacer más que mirarlo con grandes ojos.

Kakashi observaba a la chica de cabellos rosados frente a él. ¿Por qué estaba sola una niña en medio del bosque? ¿Acaso se había separado del hermano que había escuchado llamar? No podía dejarla allí, el bosque era demasiado peligroso para que estuviera sola.

—¿Cómo te llamas, niña? —intentó sonar lo más amable posible para no asustarla más de lo que ya estaba.

Kakashi alzó las cejas al ver que ella fruncía el ceño, molesta a pesar de estar claramente asustada.

—Me llamo Haruno Sakura.

El nombre resonó en el fondo de su mente. ¿Sería posible? No, el único Haruno que conocía que estaba fuera de la aldea no era tan joven como esta niña.

—Yo me llamo Kakashi Hatake. Dime, ¿por qué está una niña tan pequeña como tú en el bosque?

No era tonta, sabía que Itachi había hecho algo malo. La noche que se encontraron estaba llena de sangre que no era suya; debían de estar buscándolo. Aún así, el miedo de ser llevada de vuelta a esa horrible ciudad seguía resonando en su cuerpo. No, no quería irse cuando finalmente había encontrado un rayo de esperanza. Cerró los ojos y se concentró, utilizando su resonancia para localizar a Itachi. Debía encontrar una forma de ganar tiempo mientras esperaba a que llegara Itachi.

—Me perdí —intentó hacer el mejor puchero posible, tal vez así podría despistar al hombre.

Kakashi alzó una ceja, ¿perdida?, la ciudad mas cercana estaba muy lejos, si se hubiese perdido debería haber caminado mucho tiempo y sus ropas no daban justicia a aquello. Haruno, Haruno, ese nombre le sonaba, ¿podría ser? De pronto, con la velocidad de un rayo recordó que Soku Haruno, su compañero de equipo tenía unas hermanas pequeñas y una de ellas estaba desaparecida.

—Eres la chica desaparecida —dijo como un pensamiento tardío. Sí, esos ojos, esa mirada, se parecían a él. ¿Cómo?

Ya casi estaba ahí.

—Decidí escapar. Nunca volveré con mi familia. Me trataban mal, y por eso ya no estoy allí —mientras hablaba, mostró los moretones aún visibles debajo de la manga larga que se deslizó hacia atrás. Los distintos tonos insinuaban la antigüedad de algunas de las marcas—. Por suerte, alguien me encontró y me llevó con él.

Kakashi no supo qué hacer por un momento. Primero, estaba la cuestión de cómo había caminado tanto en solo un par de días. Y luego, estaba el hecho de que no había escuchado nada sobre lo que le estaba sucediendo a la hermana de su compañero de equipo. Además, sintió cómo se le erizaban los pelos de la nuca en cuanto Sakura mencionó que alguien se la había llevado.

—Vendrás conmigo —fue lo que pudo articular dando un paso hacia el frente. Si había maltrato familiar eso tendría que arreglárselas Soku y su familia, el no podía hacer mas que devolverla a Konoha.

Al dar otro paso hacia adelante al instante gracias a sus sentidos afilados saltó hacia atrás cuando un Kunai pasó volando frente a el. ¡Alguien los atacó mientras hablaban! Al ver a la chica para protegerla se sorprendió al verla como si fuera un costal de papas en el hombro de nada mas y nada menos que el infame Itachi Uchiha.

—Uchiha Itachi.

—Hatake Kakashi.

Los dos se enfrentaron con miradas desafiantes, sin temor a lo que el otro pudiera intentar. Kakashi sabía que una pelea contra el prodigio Uchiha sería extremadamente difícil debido a sus habilidades infames.

Sakura, el inicio de una kunoichiWhere stories live. Discover now