25.- La prueba

519 65 39
                                    

<<El pasado está escrito, lo hecho hecho está. El futuro lo podemos cambiar para bien o para mal>>

El sol ni siquiera se había asomado por el horizonte cuando Sakura abrió los ojos aquella mañana. Como le era costumbre, es la primera en levantarse de la casa por lo que sabía que arreglarse y hacer sus deberes de la mañana los tiene que hacer con el mayor cuidado para no despertar a los otros.

Al sentarse se encorvó de dolor al sentir una punzada de dolor desde su costilla, el lugar donde el día de ayer cuando le enseñaban a saltar entre edificios hasta llegar al techo al hacer un mal movimiento terminó cayendo sobre unas cajas viejas que la lastimaron y por si fuera poco hizo enfurecer a su padre y le pegó en el mismo lugar. Se mordió el labio para no quejarse en voz alta y ser descubierta por su hermano... No, no tenía caso. El lado izquierdo de la cama estaba frío y vacío, su hermano está en una misión hasta quién sabe cuándo. Ya no hay necesidad de esconder sus moretones y golpes. Ahora mismo deseaba poder meterse en la cama y enterrarse una vez más en los brazos de su hermano.

Sabiendo que no tiene cazo el sentir nostalgia por alguien que no estará aquí por mucho tiempo decidió comenzar su día, se bañó y vistió, envolvió sus brazos y piernas con vendas, puso su cama y bajó a ordenar lo que no estaba en su lugar en el piso de abajo, una vez que terminó fue a hacer el desayuno de su familia hasta que quedó lista, les dejó una nota mencionando que hoy tenía que salir más temprano así que sin darle una segunda mirada a la comida salió de la casa. No es como si fuera la primera vez que saliera de casa sin comer.

Por ser tan temprano por la mañana, apenas había unos que otros civiles en las calles, la mayoría vendedores que se dirigían a sus puestos. Son estos pequeños momentos de soledad que Sakura aprecia con mensura, momentos que solo está ella con una pequeña sensación de libertad. Dando pasos lentos en un intento de alargar el tiempo lo mayor posible caminó hasta que inevitablemente llegó hasta el campo de entrenamiento donde vió a Sasuke recargado junto a un árbol.

—Buenos días, Sasuke-kun —dijo Sakura emocionada de verlo. Al estar los dos a solas dentro del campo, sus mejillas se sonrojaron al casi pensar que esto podría pasar como una cita.

—Hn —respondió el pelinegro, aunque lo escondía, en realidad estaba somnoliento.

Sakura no podía con su emoción así que "disimuladamente" fue acercándose a Sasuke paso a paso hasta estar a su lado.

—Demos lo mejor y ser un gran equipo —dijo Sakura.

Sasuke un poco irritado de su cercanía le dió una mirada de soslayo. La única vez que había interactuado con ella más que unas escuetas palabras fue cuando fueron llamados por la atención gracias a Naruto, no sabía mucho de ella más que es hermana de Sakuya y que hasta hace poco decidió querer ser ninja.

—Dar lo mejor no es suficiente, tengo que ser el mejor, no hay oportunidad de fallar así que espero que no sean un estorbo.

Con aquellas duras palabras, Sakura quedó consternada y una pequeña parte de ella comenzó a dudar de si misma y su determinación. El no es el único que tiene su futuro en juego pero aquí él lo estaba haciendo ver como que para ella esto no es más que un juego cuando en realidad quiere llevarse bien con él. A través de aquel rostro serio podía ver el atisbo de una ira comprimida.

¿Qué es lo que te pasó para ser así? —preguntó Sakura.

No sentía el valor de preguntar y por suerte para ella Naruto llegó en ese instante, sus pies se arrastraban al caminar y sus ojos apenas podían estar abiertos del sueño que trae. Hizo un intento de decir buenos días que pareció un balbuceo antes de dejarse caer al suelo para dormitar un rato en lo que esperaban a su sensei.

Sakura, el inicio de una kunoichiWhere stories live. Discover now