Yin Yu era el discípulo principal de su secta, no cualquiera, sino la más prestigiosa del sector oeste. Había escalado de rango con gran esfuerzo y dedicación.
Un día, se encontró a sus discípulos discutiendo entre ellos y peleando con un chiquillo...
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Hace mucho que Yin Yu no sentía aquellas emociones que se disparaban por todos lados. Un calor recorrió su cuerpo, sus mejillas y orejas se tornaron rojizas, la piel se le erizó por completo, el corazón latió a mil por hora. Sintió incluso su cuerpo menos pesado, como si estuviera literalmente volando hacia el cielo. Ese brillo juvenil perdido de su rostro, apareció nuevamente.
Aquella ocasión que fue besado por primera vez, no pudo procesarlo bien, luego ocurrieron tantas cosas que no se lo cuestionó seriamente y tampoco estaba interesado, sus problemas y su rencor invalidaron cualquier sentimiento positivo ante su shidi.
Recordó rápidamente cuando fue besado a la fuerza por Jian Yu. Sus sentimientos eran completamente diferentes, por un lado, Yizhen le producía sólo emociones positivas, sobre todo felicidad y paz. En cambio, cuando fue Jian Yu quien lo hizo, sintió asco, repudio, pudor, pena, rabia, no le tenía odio a él, simplemente no le agradaba de esa forma.
Con ese análisis entendió que no era que no le gustara ser besado, o que eso le incomodaba, sino que no era la persona correcta.
Ya no cabía duda alguna sobre los sentimientos de Yin Yu, esto era amor.
¿En qué minuto exactamente lo empezó a ver de otra forma? siempre lo vió como su hermano pequeño y por lo mismo lo apoyó contra viento y marea. ¿Quizás comenzó a sentirse enamorado cuando empezaron a crecer, quizás aquella noche que fue besado por primera vez o tal vez luego de ascender? No podía determinarlo, simplemente el amor lo había atacado y definitivamente no pudo negarse.
Yizhen en esta ocasión lo besó completamente consciente, el pelinegro estaba precisamente confundido por aquello. Él lo besó. Literalmente lo estaba besando. No fue por agradecimiento en la mejilla, sino que fue real. No obstante, por qué justo ahora ¿Qué estaba pasando para que Yizhen lo quisiera besar? ¿Acaso era una especie de beso de despedida? ¿O una forma de confesarse? ¿Debía aceptar ese beso?
"Que...¡¿Qué está pasando?!" pensó.
Se vio interrumpido drásticamente cuando sintió una gran cantidad de poder espiritual recorriendo absolutamente todo su cuerpo.
Pronto logró entender a medias que esa era una forma extremadamente particular que Yizhen encontró para transmitir poderes espirituales.
Si bien se sentía muy agradecido, no pudo evitar pensar si su shidi hacía esto seguido.
"Espera ¡¿Con cuántas personas se ha besado para transmitirle poderes?!...O peor ¡¿Cuántos se habrán aprovechado de su ingenuidad para besarlo?!"
La sola idea de que se hubiera besado con otro le produjo incomodidad y algo de rabia, no obstante, todo esto se sentía tan bien que intentó bloquear ese sentimiento.
Estaba brillando por todas partes. Sus ataduras inmediatamente se deshicieron y sin siquiera intentarlo, liberó a su shidi de aquella enredadera que lo acongojaba.
