Cuando estábamos en la secta (Yin Yu x Quan Yizhen - QuanYin - Tian Guan Ci fu)

Capítulo 16: Entonces...¿Qué somos?

Ya con todo el ambiente más tranquilo, los dioses marciales trajeron a más subordinados para llevar a los heridos e inconscientes, tenían mucho trabajo que hacer. Ling Wen prefería morir antes de tener que anotar todo en un pergamino, sin embargo solo suspiró y les dijo.

-Por favor, a todos les pido que cuando terminen de ayudar a los dioses menores, puedan ir a mi palacio a reportar lo sucedido desde su punto de vista.

Los dioses asintieron y continuaron sus labores.

Cuando ya estaba todo más limpio y los dioses menores fueron llevados a sus respectivos palacios, comenzaron a irse, sin antes agradecer a Yin Yu y a Quan Yizhen por haberlos rescatado.

Ninguno se atrevió a tocar el tema sobre la transmisión de poderes espirituales, ya que varios tenían claro que Yin Yu odiaba a su shidi, debería ser un momento extremadamente incómodo para él, por lo que preguntar podría ser hasta una falta de respeto.

Xie Lian y Hua Cheng caminaron, asumiendo que Yin Yu los perseguía como siempre lo hacía cuando era convocado a misiones. Ambos se sorprendieron al notar que de hecho el ex dios marcial ni siquiera los había mirado.

-¿Su alteza Yin Yu?- preguntó Xie Lian mirando hacia atrás.

-¡Oh! Su alteza, Chengzu...¿Necesitan algo de mi ayuda?

-...- La pareja se miró con complicidad, volvieron la mirada hacia Yin Yu y Xie Lian respondió con seguridad- No se preocupe, lo llamaremos de ser necesario.

Luego de ello se marcharon, dejando a Yizhen y Yin Yu solos. Ninguno había roto el silencio, hasta que el de rizos habló.

-Shixiong, digo, Yin Yu...

-Llámame como prefieras- interrumpió.

-¡Oh! Entonces shixiong está bien para mi.

Soltó una risita antes de responder.

-Je je je, está bien, no hay problema.

-Shixiong, estoy muy feliz de hablar contigo nuevamente, no sabes lo mucho que te extrañé.

-Yo también estoy feliz por ello, la verdad.

Yizhen se emocionó al escuchar esas palabras, por lo que su reacción fue una que hace años no hacía, lo abrazó como un niño pequeño. No era la primera vez que se abrazaban, sin embargo este abrazo fue algo incómodo para Yin Yu luego de haber tenido una escena tan íntima. Para calmar su acelerado corazón intentó desviar la mirada, percatandose de unos aros de oro que llevaba puesto su shidi. Eran muy familiares para él.

-Esto...Yizhen, esos aros...

-¡Son los que shixiong me regaló!- habló separándose del abrazo.

-¡No puedo creer que aun existan!

-Siempre los mantuve bien conservados, fue mi primer regalo de cumpleaños y lo aprecio muchísimo.

-Oh...

No hubo más palabras al respecto, solo se miraban con alegría.

-Shixiong, si quieres hoy podemos descansar en mi palacio.

A falta de otro panorama mejor y porque claramente tenía muchísimas ganas de hablar con el muchacho, Yin Yu aceptó sin chistar y ambos fueron hacia el palacio Qi Ying.

Hace años que no visitaba aquel lugar y de hecho, no había cambiado mucho. Seguía igual de vacío, sin subordinados, ni ayudantes, solo un radiante palacio de oro con varias armas y lugares de entrenamiento.