20. Ayúdeme a olvidar

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Sabes que te amo y no lo aguanto, 

No lo aguanto, 

Y fíjate que los dos 

Prometimos algo que no se cumplió

Me lo hiciste otra vez,

Ya no lo puedo creer

Ojalá y un día se te regrese...

(3+1 - Panda)

Bogotá, 2019.

Diciembre.

Toco el timbre de la casa de los Vargas y me recargo en el marco de la puerta, esperando.

Oigo la música desde aquí, y sé que la única razón por la que los vecinos no llaman a la policía es porque ellos también están de rumba aquí.

Es una fiesta de año nuevo épica, y me alegra poder formar parte de ella, a pesar de que acabo de salir de trabajar.

Me invitaron a escribir la sección de cuerdas de la obra de fin de año de La Joven, y aunque fue extraño volver de esta manera, no me podía perder la función. No te mentiré, ver a los chicos tocar lo que escribí me erizó toda la piel.

Pero ahora, casi sobre la media noche, tengo ganas de comer, emborracharme y recibir el año nuevo con mis amigos.

Quien me abre la puerta no es ninguno de los Vargas, sino Villa.

Se queda mirándome de una manera tan rara, que yo misma bajo la mirada hacia mi cuerpo, evaluando que es lo que está viendo de ese modo.

Llevo puesto un vestido negro ajustado de manga larga y cuello redondo, que se pega a mi cuerpo hasta su longitud por encima de mis rodillas, y voy subida en unos zapatos de tacón rompe tobillos que francamente son bastante lindos. Sé que el vestido marca todas las formas de mi cuerpo, pero no solo no son formas muy sorprendentes, sino que él las conoce mejor que casi cualquier persona en el mundo.

- ¿Qué pasa? – Le pregunto en lugar de saludarlo

- ¿Uh? – Pregunta como un bobo. Frunzo el ceño

- ¿Ya estás borracho?

- ¿Qué? No, no. Hola, Pick – Dice, espabilándose de repente – Es...uh...Hola – Repite

Me acerco y lo saludo con un abrazo rápido.

O yo pretendo que sea rápido, porque cuando estoy a punto de alejarme, él me retiene contra su cuerpo. Sus brazos caen a la curva de mi cintura y me amolda contra su cuerpo de un modo que...Bueno.

- ¿Estás bien? – Le pregunto

- Ahora que usted llegó, sí. Está muy bonita, Pick

- ¿Seguro que no estás borracho? Porque es algo temprano. Deberías aflojar un poco

- ¿Solo estando borracho le puedo decir que está hermosa? – Reniega.

Pues...No sé. No nos decimos ese tipo de cosas.

Algo pasa, pero no estoy segura de qué.

Marto aparece detrás de él.

- ¡Hola, nena! – Me grita mi amigo

- Hola, bebé

Todo lo que parece forzado y raro con Villa me sale natural con él.

Domingo » Juan Pablo Villamil (Morat)Where stories live. Discover now