32. Frustración sexual

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Sé que quieres, yo también

Te pongo a sudar y lo finges bien

Si quieres prudencia, a nadie le diré

Y con elegancia yo te lo daré

Se que me quieres tener 

Y yo te prometo,

Prometo no hablarte de amor...

(Procedimientos para llegar a un común acuerdo - Panda) 


Día 14

Siento un movimiento a mi lado, pero estoy demasiado dormido como para que eso me arranque del todo del sueño. No he separado los párpados, pero el aire está frío y silencioso, así que sé que es muy temprano en la mañana.

Movimiento de nuevo.

Algo de consciencia traspasa las barreras del sueño y recuerdo que estoy en la cama con Pick, que supongo que otra vez está extrañamente inquieta. Ya no la siento contra mi cuerpo, pero la de Susana es una cama doble en la que no tendríamos por qué tocarnos a menos que lo queramos.

Es una mañana fría, así que no debe haberse alejado debido al calor.

Otro movimiento. Y...¿Fue eso un gemido?

¿Estoy soñando todavía?

En contra de mí mismo, mis párpados se separan hasta que mi visión se aclara. Lo primero que veo es su cara sobre la almohada. Está acostada bocarriba y su pelo revuelto matutino le enmarca la cara. Tiene los ojos cerrados y su labio inferior está atrapado entre sus dientes. Un suspiro bajo sale de entre sus labios.

Bajo la mirada por su cuerpo, siguiendo la línea de su brazo que descansa por encima de su vientre, hasta llegar a su mano, que actualmente se pierde bajo la cinturilla de los shorts de su pijama, en donde sus dedos se mueven en círculos lentos.

Parpadeo lentamente, para asegurarme de que no estoy teniendo un sueño erótico muy, muy salvaje, en el que Pick se está tocando en la misma cama en la que estoy yo.

Nop. Definitivamente la imagen no se va.

Veo sus mejillas colorearse con rubor cuando sus dedos empiezan a moverse un poco más rápido. Es probable que ni siquiera esté respirando para no delatar que me desperté, o tal vez la sensación de mareo que me ataca de repente se debe a que toda la sangre de mi cerebro se ha desplazado a otro punto más al sur de mi cuerpo y estoy teniendo una falta de oxigenación cerebral muy grave.

O eso me digo para excusar el hecho de que estoy tan excitado que no puedo pensar, y que no me importa lo correcto, o las promesas que le he hecho, o lo que ella me ha dicho con toda sinceridad.

No me importa nada más allá de ella y su cuerpo en este momento.

Dejo que mis dedos se cierren sobre su muñeca, deteniéndola. Da un respingo antes de girar la cabeza para que sus ojos se encuentren con los míos. Su expresión es una mezcla de vergüenza, con una excitación residual que no se borra a pesar de eso.

Deslizo mi mano por encima de la suya, hasta que se sumerge bajo la cinturilla de sus shorts, sobre la tela de sus bragas. Sus ojos siguen en los míos, y una pizca de alarma ha aparecido en ellos. Mis movimientos son extremadamente lentos, pero ella no me detiene. Mis dedos se encuentran con su humedad por encima de sus bragas, y ella retira su mano mientras su cuerpo se ablanda con un ronroneo suave.

Domingo » Juan Pablo Villamil (Morat)Where stories live. Discover now