Capitulo 1

1.5K 154 5
                                    

Ambos se encontraban en el aula de práctica. El horario de clases había acabado hace rato, pero Jungwon podía ser muchas cosas, en especial, persistente. No sé detenía ni un solo momento cuando de perfeccionar una coreografía se trataba, le había costado mucho trabajo mantener la excelencia en aquella academia, y siempre ponía todo de sí para mejorar cada día.

Él y Riki, su mejor amigo, eran considerados como unos prodigios del baile, mientras los demás estudiantes tardaron seis años en alcanzar el tercer nivel de baile, ellos lo habían logrado en tan solo dos años, manteniendo sus notas, tanto prácticas, como en su colegio general, siempre en lo alto.

Pero ser considerado "prodigio del baile" siempre traía consigo sus complicaciones, y por supuesto, una presión de más.

Justo ahora, Jungwon se encontraba perfeccionando su rutina de baile, la cuál presentaría en su última prueba del año, para poder por fin pertenecer al nivel 4 de baile. Su sueño era especializarse en Hip - Hop, así que había escogido aquel género para su prueba.

Había pasado semanas creando la coreografía, día y noche practicando sin parar, para por fin llegar a este punto. Era principios de diciembre, y la prueba era en tres semanas, tiempo suficiente para afinar detalles, aún así Jungwon aprovechaba cada segundo para practicar.

Y a Heeseung le fascinaba sentarse frente al espejo y verlo bailar durante horas y horas.

Heeseung y Jungwon se habían hecho muy buenos amigos apenas se conocieron, el mayor de ambos era bastante popular gracias a su enorme talento como bailarín, justo en ese momento pertenecía al nivel más alto en la academia, el 4, y tras escuchar sobre aquellos novatos, quienes venían decididos a conquistar tan lujoso colegio, había despertado en él una inconmensurable curiosidad.

Apenas estuvieron frente al otro, conectaron rápida y perfectamente.

Poco tiempo después se convertirían en buenos amigos.

O al menos eso sentía Jungwon.

Jungwon veía a Heeseung como un verdadero hermano, aquel en quien siempre podía contar, lo veía como una persona en quién refugiarse cuando las cosas estuvieran yendo mal, así que siempre lo admiro en demasía y nunca dudaba en recordarle cuán especial era para él.

Cómo amigo, claro.

Por otro lado, Heeseung, sentía algo más.

Cuando comenzó a conocer de cerca al menor, Heeseung se dió cuenta de lo tan especial que Jungwon era, tan auténtico e impredecible.

Heeseung admiraba su forma de bailar, todo su talento, su persistencia, su carácter, su personalidad en totalidad, amaba su sonrisa, aquel brillo en sus ojos, y todo lo que tuviese por nombre: Jungwon.

Tristemente aquel sentimiento era unilateral.

Y aunque más de una vez había intentado sincerar sus sentimientos, no había podido reunir el valor. Sentía que no le merecía, y que tal vez era mejor ser siempre amigos tal y como lo habían sido durante los últimos dos años.

El indescifrable temor por perder a Jungwon había podido más que su amor.

Poco después eso le costaría, por supuesto.

— Heeseung. — lo llamó — ¿Qué tal te ha parecido?

— Estupendo.

El mayor se había perdido totalmente en sus pensamientos y poco había prestado atención a la práctica del menor, pero sabía que lo había hecho de maravilla, lo había observado de cerca las últimas semanas y no hubo una sola vez en que la rutina de Jungwon no le hubiera fascinado.

— No me mientas de esa manera, he olvidado un paso y se ha estropeado todo. — reprochó.

— Tal vez lo que necesitas es un descanso. ¿Por qué no vamos a casa para que despejes tu mente? Mañana seguramente lo harás perfecto de nuevo, igual que las últimas semanas.

— No quiero hacerlo igual que las últimas semanas, Hee. Quiero hacerlo mucho mejor.

— Sabes a lo que me refería, Wonnie.

Heeseung intentó animar a Jungwon con mimos y halagos dulces, pero el menor seguía renuente, frustrado consigo mismo por el error anteriormente cometido.

Segundos después alguien llamaría a la puerta, captando la atención de ambos presentes en la habitación.

— ¿Interrumpo algo?

— Jay. — Le llamó. — No, por supuesto que no, pasa.

Jay se adentró en la sala, acercándose inmediatamente a Jungwon, sonriendo de esa manera tan especial, solo para Jungwon.

— Hola, Hee. — saludó animoso a su amigo, quién también estaba presente.

— Jay. Creí que tenías pendientes hoy en el colegio.

— Por fortuna he podido solucionarlos más rápido de lo esperado.

— ¡Qué maravilla! Que bien que hayas venido a hacernos compañía.

— Sabes que siempre es un gusto cuando se trata de Jungwon.

El menor sonrió con timidez.

Jay había conocido a Jungwon hace poco más de un año, y se había enamorado rápidamente de él.

Pero diferente a Heeseung, sin tapujos ni trabas en la lengua, había confesado sus sentimientos a Jungwon poco después de haberlo conocido. Pero él no los tomó en serio, algo dentro suyo gritaba: "¿Puede alguien enamorarse con tanta intensidad en tan poco tiempo?".

Al parecer Jay lo había hecho, y estaba dispuesto a esperar a Jungwon, así tuviese que demostrar su amor de mil maneras durante los próximos mil días.

Algo que por supuesto, le había complicado las cosas a Heeseung.

Yo me enamoré primero || ENHYPENWhere stories live. Discover now