Capitulo 4

894 129 24
                                    

El cumpleaños de Riki llegó más rápido de lo esperado, el menor del grupo de amigos cumplía 16 años y era una razón digna de celebrar.

El festejo se situó en un antro privado en dónde fueron invitados varios amigos de la escuela, y ellos invitaron a otros amigos, y ellos a otros, hasta que los invitados superaron el número de personas estimadas, pero Riki estaba feliz, no estaba acostumbrado a celebrar su cumpleaños en compañía de amigos, así que para él era perfecto.

Al momento de soplar las velitas, Sunghoon se le unió, pues el día anterior el mayor también había cumplido años, y en este momento aprovecharon para festejarles a ambos.

La fiesta continuó sin rodeos, la música sonaba fuerte y la tenue luz negra le daba ese ambiente de misterio y adrenalina. Los chicos y chicas bailaban entre si y desprendían un ambiente de comodidad entre todos.

Cerca de la pista de baile había una zona con sofás, dónde los invitados podían relajarse y sentarse solamente a observar el panorama o a beber un poco de soda.

— ¿Jungwon? — intentó llamar la atención del chico a quién tenía rodeado de los hombros con su brazo. — ¿Me permites bailar contigo?

El menor soltó una risa nerviosa mientras apenas lo miraba. A Jungwon le gustaba escuchar las frases de Jay que en el momento menos esperado estaba listo para pronunciar.

A pesar de que Jungwon se veía renuente a aceptar el amor de Jay, le gustaba que este mismo siempre lo halagara con dulces palabras, o que lo consintiera con detalles pequeños, más de una vez se sintió mal por no poder corresponder aquellas acciones así que una vez simplemente le preguntó:

¿Cómo puedo dejar de gustarte?”

“Eso es imposible, Jungwon.”

“Me siento mal por no corresponderte.”

“Eso por ahora no me interesa.”

Efectivamente, a Jay le gustaba sufrir, se había repetido un sin fin de veces lo dispuesto que estaba para esperar a Jungwon, mientras el menor le permitiese expresar qué tanto sentía por él, él no tenía problema por estar detrás suyo hasta que el menor se sintiera listo para corresponderlo.

Claro que no estaba detrás suyo literalmente, ambos tenían una vida que atender, y algo que Jungwon comenzaba a adorar en Jay era lo persistente que era, pero al mismo tiempo lo tan respetuoso que era con su vida.

Nunca le preguntó de más, y siempre escuchó con atención todo lo que Jungwon tenía por decirle, lo iba conociendo de a poco y eso lentamente comenzaba a ganar el corazón de Jungwon. Jay también era comprensivo, sabía que no podía ver al menor todos los días o cuando él quisiese, pero a pesar de eso nunca se mostró molesto o le reclamó, así mismo, Jungwon comprendió todas las veces (que fueron pocas) en que había invitado a salir al mayor, pero él, por cuestiones de trabajo, se le había complicado ir.

Pero su parte favorita, era cuando Jay proponía la próxima salida y se aseguraba de asistir siempre puntual y con toda la disposición posible.

Si, a pesar de que habían estado saliendo durante los últimos tres meses, aún no había algún avance significativo, eran amigos, muy cercanos amigos, que se atraían y que se querían, aunque uno sentía más que el otro.

— ¿Entonces? ¿Qué dices?

El menor, que se quedó en silencio por cortos segundos, finalmente contestó:

— Por supuesto, vamos.

Tomados de la mano, se levantaron camino a la pista de baile.

Heeseung, que miraba de cerca, solo los observó por un momento y después bajó la mirada con un semblante melancólico, él sabía perfectamente como funcionaba la relación de Jay y Jungwon, pero también sabía que era cuestión de tiempo para que ambos se convirtieran oficialmente en una pareja.

Y él verdaderamente no tenía idea de qué hacer.

¿Renunciar al amor de Jungwon era una opción?

— Hey, vamos amigo. — se acercó Riki, quién lo había visto tan lamentable desde lejos. — Es mi cumpleaños, no puedes estar así en mi cumpleaños.

Heeseung le sonrió. — Perdona chico, no me siento con mucho ánimo, tal vez necesito un poco de soda para animarme.

Sunghoon, quién disfrutaba de la fiesta en compañía de Jake, se acercó hacía ellos.

— Vamos, hombre. No puedes estar con esa cara el resto de la noche.

— Vamos Heeseung, tal vez podrías invitar a alguna linda chica a bailar.

— O chico si es el caso. — Sonrió Riki.

¿Sabían de sus sentimientos hacia Jungwon? Desde el primer momento.

Pero era claro, Heeseung no había aceptado su ayuda para conquistarlo en ningún momento.

— Hey, Heeseung. — llamó el menor de ellos. — ¿Por qué no invitas al pequeño amigo de Jay? Sunoo. Es lindo.

Riki, Sunghoon y Jake se apartaron, dejando al mayor con la duda en la boca.

¿Su... Qué?

Había escuchado de él, claro, y si no mal recordaba, lo había visto un par de veces. El chiquillo que siempre venía en compañía de Jay. La verdad siempre le había parecido insignificante, pues el menor nunca se separaba de Jay, y cuando lo hacía, únicamente charlaba con Sunghoon, Jake o Jungwon, pocas veces se habían dirigido la palabra y nunca habían entablado una verdadera conversación.

Curioso por aquel chico, comenzó a buscarlo entre la multitud, era delgado y ridículamente pequeño, claro, si lo ponían a lado suyo, porque Sunoo era bastante alto comparado con otros chicos. Finalmente lo encontró con la mirada, sentado en un sofá pequeño del otro lado de la pista, con la mirada en un punto fijo, o más bien, observando a una pareja en específico.

Heeseung se acercó a Sunoo con timidez, a paso extremadamente lento. Llegando a él, tomó asiento a su lado, siendo casi indiferente, sin saber realmente como llamar su atención.

Entonces, se dió cuenta de a quién miraba con tanta vehemencia.

— ¿Tú crees que son lindos? — habló Sunoo primero, tomando por sorpresa a Heeseung, quién creía haber pasado casi desapercibido.

— Eh... Pues. — a Heeseung le costaba, en demasía, entablar una conversación con alguien ajeno a él, no conocía de cerca a Sunoo, apenas y lo identificaba de vista, no sabía realmente qué podía decirle.

— ¿Hace cuánto que estás enamorado de Jungwon?

— ¿Cómo...?

— Jay me habló sobre tí, dice que eres bastante cercano a Jungwon, y que lo amas, pero que no te atreves a decírselo.

Heeseung se sintió molesto, por supuesto, pero al mismo tiempo Sunoo le hizo sentir comprendido, percibía en él la misma melancolía, el mismo dolor.

— Pues... Hace bastante tiempo realmente, la verdad, no recuerdo desde hace cuánto.

Sunoo, por primera vez, dejó de mirar al par en la pista de baile, bajó la mirada y suspiró con pesadez. Heeseung no dijo nada, por un momento se instaló un pesado silencio entre ellos.

Sunoo giró su rostro hacia Heeseung, tomándolo por sorpresa.

— ¿Tú crees... Qué puedo ser rival para él?

Yo me enamoré primero || ENHYPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora