Segunda Parte: Capítulo 2

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El lugar era un hoyo gigante, podría describirse como un cubo de tierra, uno hueco, donde cabían treinta personas sin problema. Iluminado por antorchas, que también servían de calefacción, ya que ese era el único sector que no contenía tecnología digital, se sentía como una gran cueva que alguna civilización antigua utilizaría para hacer sus rituales más sagrados.

Diecinueve científicos, cinco guardias y los cuatro presidentes. Veintidós humanos vivos, cinco muertos. La ocasión era un funeral, y la ceremonia había comenzado.
Los cuerpos inertes de los cinco científicos que habían sido asesinados reposaban en un altar cada uno. Les habían llevado flores y velas, lo que disimulaba un poco —quizá lo suficiente— la falta de afecto que se había vuelto casi obligatoria entre los doctores de la Alianza. A nadie allí le interesaba lo que había sucedido, pero probablemente no era su culpa, aquellas personas habían sido sometidas a un completo y complejo lavado de cerebro hacía años. 5Vision tenía esa habilidad entre sus especialidades, el despersonalizar a cualquier individuo, crear un estado permanente de ensoñación, y así se sentía ese lugar, como un claustro en donde todos estaban ausentes e inconscientes en su propia existencia.

—Eran trabajadores —comenzó diciendo el presidente estadounidense—. Esos jóvenes eran nuestros doctores, científicos teóricos y experimentales, nuestros compañeros, nuestros amigos, nuestra familia. Eran cinco espléndidas personas con largas vidas por delante, pero por un mal cuidado de esos niños, por un error que cometimos, tuvieron que sufrir una dura muerte. Ellos eran importantes. Ellos eran quintos visionarios —Sus palabras no transmitían emoción alguna, sus gestos eran casi imperceptibles, su voz tan helada que podría quemar—. Hagamos que su trabajo valga la pena —Entonces sonrió con los labios cerrados, hizo una pequeña pausa para observar los rostros de todos los presentes, y agregó con un leve tono apasionado—: Que esos niños sean nuestros.

Aplausos vacíos llenaron el ambiente, haciendo que un poco de tierra cayera sobre las cabezas de los velados, tierra que nadie se preocupó por limpiar, y los cinco guardias cerraron los cajones. Comenzaron a cavar hoyos, entonces enterrarían los cuerpos y en sus tumbas colocarían una gran roca verde, que a la Alianza le gustaba usar como representación de los doctores de su equipo, para luego irse sin el más mínimo sentimiento de tristeza, vacío, nostalgia o melancolía. Pero tampoco se puede sentir pena por los fallecidos, ellos habrían hecho lo mismo. Y no se preocupen por pensar en sus familias, 5Vision se había encargado de ellas hacía mucho tiempo, era otra de sus habilidades especiales.

El Tercer Ojo… algunos lo llamaban así por todas las veces que había asegurado un futuro próspero para todo el mundo; otros habían comenzado a conocerlo de esa manera por todas las teorías paranormales que algunos aficionados habían sacado a la luz; el resto se preguntaba el porqué del “tercer” en lugar de “quinto”, si era 5Vision, la Alianza de los Quintos Visionarios. El Tercer Ojo había aceptado su apodo después de un tiempo, cuando les pareció apropiado por su interés con los videntes, pero eso era algo que nadie fuera de los laboratorios sabía, y nadie que supiera eso, más que los Cuatro, salía de debajo de la tierra como para poder hablar. Por otro lado, estaban los que ni siquiera sabían el origen del nombre 5Vision; voces unidas, valores reconstruidos, vuelo emprendido, veracidad profesada y vida infinita eran los fundamentos de su filosofía, “Las 5 V de la visión”, 5Vision. Por supuesto, el nombre había sido planeado con un doble sentido, dado que el rumbo que tomaría la Alianza sería afectado por cinco visiones: cuatro presidentes y un grupo de niños. Solo que los planes de los niños eran… diferentes, diferentes casi opuestos, antónimos, dos vías que no se cruzaban en ningún momento; pero si tenemos en cuenta que las líneas que no se cruzan son paralelas, el significado de la palabra “diferente”, en este contexto, podría no ser tan estricto. La Alianza, el Tercer Ojo o 5Vision, con cualquiera de sus nombres, buscaba llegar al mejor futuro posible; los prodigios trataban de encontrar una salida y cambiar el futuro al que parecían estar destinados, mejorarlo; por otro lado, los videntes eran los únicos que podían ver el futuro, de una manera distorsionada, encriptada, pero ahí estaba, lo veían. Desde cualquier punto de vista se notaba, porque los tres grupos parecían estar divididos y ser completamente asimétricos, pero el futuro de todos se entrelazaba, se enredaba, y en su enmaraño se lucía la clave de todo… de lo que para ellos, entonces, era “todo”; la clave no era el futuro, sino el manejo del presente.

La Máquina de los Sueños - 1 Duología 5VisionWhere stories live. Discover now