El 3 de febrero del año 2498, Japón, China, Rusia y Estados Unidos estrecharon sus manos para crear la Alianza 5Vision, también conocida como Tercer Ojo.
El plan era que esos cuatro países, trabajando juntos, gobernaran el mundo entero a su antojo...
El viejo médico había terminado de ordenar su espacio y se encargaba de asearse. Se pondría su mejor vestimenta y aguardaría.
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La discusión duró dos horas y varios minutos. Asa, Zhi, Dominique, Sea y Darya parecían pelearse por el puesto de líder, mientras Luba y Calista aportaban ideas cuando las dejaban hablar y Zhào se paseaba por todos los pasadizos sin escuchar nada de lo que sus compañeros decían.
Darya, con la asistencia de Luba, se había encargado de reducir el sangrado de los heridos con torniquetes improvisados —Dominique había tenido que donar su camiseta para la causa—. Y sin nada más de qué encargarse, la planeación comenzó.
—Tenemos que volver con Chambers —insistió Zhi—. No esperarán que regresemos después de lo que nos dijo.
—¡Que sí lo esperan! Los manipularon de una forma súper básica, ¿cómo es que no lo notan? —inquirió molesto Asa.
—Quizá porque nosotros no somos manipuladores profesionales —murmuró Darya, lo suficientemente bajo como para que pareciera que lo decía para sí misma, pero lo suficientemente alto como para que todos la oyeran. Asa sonrió.
—No te preocupes, ya estoy aquí.
—¿Por qué no enviamos a Zhi y Calista al centro de administración? Seguro ahí hay algo que nos diga cómo salir de aquí —sugirió Dominique, con una pizca casi imperceptible de irritación en su voz.
—Porque no habrá nada de eso a nuestro alcance. Saben que podemos ir y venir, ellos nos dejan ir y venir —explicó Sea, como si estuviera hablando solo.
—Exacto. Ellos nos dejan ir y venir porque nos subestiman, y podemos usarlo a nuestro favor —opinó Darya—. Somos cuatro prodigios y cuatro videntes, tendremos algo de poder todos juntos.
—Los presidentes quieren que intentemos escapar, como cuando pones a una rata en un laberinto y esperas a que comience a correr —manifestó de repente Luba—. Cuando hay más de una rata, las distingues por números, y observas las diferentes características de cada una, esperando recibir un resultado de acuerdo a las habilidades que estudiaste anteriormente. Pero si las habilidades se mezclan, si las ratas deciden intercambiar estrategias para escapar…
—Los científicos nos confundimos y no sabemos qué esperar a continuación —completó la pelirroja, mirando el suelo bajo sus pies y señalando a Luba con el índice en señal de aprobación.
—¿Esperas que cambiemos de habilidades? —cuestionó Asa, mezclando sorpresa, sarcasmo e interés en un solo tono de voz—. ¿Cómo?
Luba se encogió de hombros, no había esperado que su idea llegara a interesarles y solo había participado para no quedar fuera de la conversación, no pensó en el resto del plan antes de hablar.
—Yo no puedo ver el futuro, pero esa no es tu única súper habilidad, ¿verdad, Asa? —habló Zhi, cruzándose de brazos y levantando el mentón, igual que el vidente.
