Nudos Atados. •Soukoku | Bungo Stray Dogs •

❝ CAPÍTULO 7 ❞

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Pequeño proyecto

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Al día siguiente, el desayuno es un asunto incómodo.

Una cosa es comer con Dazai y Oda, pero tener no solo a Akutagawa, un Akutagawa descarado e incómodo, sino al hombre tigre ansioso en la mesa, es algo completamente diferente.

Al menos, Dazai cumple su promesa de anoche y no se mete en nada relacionado con la Mafia. En cambio, hace algunas preguntas, más o menos inofensivas.

—Entonces, Atsushi-kun. ¿No te parece emocionante conseguir un trabajo, y uno tan genial?

Las cejas del niño se arrugan mientras mira su tazón de arroz como si fuera a darle la respuesta correcta.

—Supongo... que nunca antes había tenido un trabajo.

Dazai hace un sonido curioso en respuesta.

Chuuya solo come, todavía con dos tazas de café por detrás antes de que su carisma social comience a hacer efecto.

—No me dejaron hacer mucho en el orfanato —continúa Atsushi—, porque siempre fallaba en las tareas que me encomendaban.

Akutagawa se encoge de hombros completamente serio.

—No hay lugar para el fracaso en la Mafia, Jinko. Espero que lo dejes en tu pasado.

Atsushi palidece.

—¡Bueno, te dije que no te voy a ser útil!

—Oi —corta Chuuya antes de que pueda escalar más—, siempre hay espacio para el crecimiento. No te preocupes. Te enseñaremos.

—Deberías —responde Akutagawa—. No puedo tratar con alguien tan incompetente.

—Tuve que lidiar con tu trasero demasiado entusiasta y lleno de ira, ¿no? —Chuuya chasquea la lengua cuando su única respuesta es un silencio culpable—. Dale al niño un maldito minuto.

—Yo necesito más café. —Oda anuncia antes de levantarse.

Chuuya lo entiende. Realmente lo hace. Cuando invitó a Dazai y Oda a quedarse aquí, nunca les habló de esto.

—He tenido las mismas dudas, Atsushi-kun —le dice Dazai, sonriendo como si estuviera divertido con sus propias palabras—. Todo es tan nuevo y aterrador al principio, pero antes de que te des cuenta, te acostumbrarás.

—¿En verdad? —los ojos de Atsushi brillan con algo parecido a la esperanza por primera vez esta mañana—. ¿A qué te dedicas?

—Trabajo con cosas calientes y animales peligrosos. Muy parecido a ti, en realidad.

—¿T-tigres?

Dazai le da un gesto tímido con la cabeza.

—Depredadores.

Chuuya pone los ojos en blanco. Dazai trabaja en una maldita cafetería que también alberga algunas docenas de gatos callejeros porque su empleador es un amante de los animales, y quizás haya tenido un turno en todo el último mes.

Pero Chuuya no interviene porque Atsushi en realidad está sonriendo mientras escucha a Dazai hablar, y eso es diez veces mejor que cualquier cosa que Akutagawa haya logrado hasta ahora. Lástima que interrumpa el desayuno cuando se pone mejor, enviando a Akutagawa y Atsushi delante de él, ya que hay una lista de tareas pendientes esperándolos en la sede y no se va a hacer por sí solo.