Nudos Atados. •Soukoku | Bungo Stray Dogs •

❝ CAPÍTULO 17 ❞

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Rojo, azul y negro.

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Notas de la autora:

Holaaaa, hoy les traigo un capítulo que todos hemos estado esperando.

¿Ojalá? (ﾉ◕ヮ◕)ﾉ*.✧

 Bueno, definitivamente lo hice porque tiene uno de estos momentos clave que se me ocurrieron cuando comencé a pensar en este fic. ESO ES TODO LO QUE TENGO QUE DECIR. Adiós y disfruta <3

Después de una cena bastante tranquila con solo Oda para hacerle compañía: Akutagawa es demasiado grosero y demasiado impaciente para unirse a ellos y Atsushi demasiado insistente en ser un novio solidario o lo que sea, Dazai se encuentra sentado en el porche en el patio trasero, viendo la puesta de sol abajo una vez más. Sus dedos se entretienen arrancando la hierba una y otra vez, como si fuera un poderoso dios de la tierra que ha decidido que se acabó para estos brotes solo porque está teniendo un mal día. Todavía de alguna manera tiene más sentido que la mayoría de las cosas en este mundo.

En la triste realidad, está esperando que Odasaku venga y lo convenza de que deje de hacer  eso y se suba al auto. Porque lo hará. Él ya lo sabe. Dazai simplemente no entiende por qué tiene que volver a ser así. ¿Por qué no pudo haber sido su elección regresar en lugar de lo innecesario? Mandón, he decidido terminar con tu exilio, ahora regresa a Yokohama.

El sonido de la puerta al abrirse llega casi diez minutos después. Dazai solo mira por encima del hombro para asegurarse de que es la persona adecuada antes de preguntar:

—Odasaku, ¿por qué estás tan dispuesto a regresar? Habría pensado que tú, de todas las personas, querrías irte. Dijiste que es pacífico aquí. Que es bueno .

—Sigo pensando que lo es —dice Oda mientras se sienta a su lado, apoyando dos manos detrás de él y levantando la barbilla para obtener la máxima dosis de luz del sol de la tarde—. Es un muy buen lugar, y han sido nueve meses muy tranquilos.

—Entonces, ¿por qué irse?

—¿Por qué dejar de comer aunque sepa bien?

Dazai suelta una risa molesta.

—Está bien, tal vez ese es el ejemplo equivocado en tu caso —admite Oda y considera sus palabras por unos momentos—. ¿Por qué no leer su libro favorito una y otra vez? ¿Por qué molestarse en probar nuevos libros cuando ya tienes algo que conoces y te gusta?

—Está bien, Sócrates, lo entiendo —murmura Dazai con las rodillas levantadas para poder descansar la barbilla sobre ellas. Su cabeza se siente tan dolorosamente pesada hoy—. Una vez que relee un libro demasiadas veces, no importa cuánto lo ame, se volverá aburrido.

—En cierto —Oda se aclara la garganta, sonando divertido—; iba a decir que podrías encontrar otro libro que te guste. Tal vez incluso más que el otro. Y luego tendrás dos libros favoritos. Más cosas para disfrutar.

—Oh —suspirando, Dazai niega con la cabeza—. Sin embargo, no me gustará el próximo libro. lo odiaré. Entonces, ¿por qué molestarse en leerlo? Y luego, como se siente como una costra que no deja de picar a menos que realmente se rasque. Dejemos las analogías y digámoslo como es: ¡No quiero volver a ver a Chuuya!Pensé que sí porque ni siquiera sabía si todavía estaba vivo, pero ahora que lo sé, estoy feliz de seguir viviendo mi vida fingiendo que no lo conozco. Y no quiero volver a Yokohama solo porque él me lo dijo. Es humillante.