➶ ໑ 𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟓 ᘒ ꒦ 🜸

248 50 17
                                    

Intento mantener la calma al girarme para enfrentarme a Yeonjun, sometiendo el miedo con un golpe desesperado, procurando no pensar en dónde me ha encontrado... En el espanto de hallarme en una habitación recubierta con la piel arrancada a los de mi raza. -¿Qué estás haciendo aquí? - Exige saber. -Estaba buscando el cuarto de baño. - Respondo, parpadeo frenéticamente. Tengo los ojos secos y respiro a duras penas por la nariz, concentrándome en enfriar el creciente calor de mi tráquea. -Hay uno junto a la cocina. - Yeonjun ladea la cabeza, estudiándome con un centelleo de sus ojos oscuros. -¿Por qué has subido al primer piso? - Abarca con la mirada la habitación, deteniéndose sobre el mapa antes de volver a posarse en mí con penetrante decisión. -¿Por qué estás husmeando aquí? - Replica. -No estoy husmeando. - Niego, tragándome la quemazón que me sube por la garganta.

-¿Qué tienes ahí? - Me pregunta, señalando la camisa de Jeno. -Nada. Sólo una camisa. - Respondo, agarrándola con fuerza. -¿De Jeno? ¿Por qué la tienes? - Entorna sus oscuros ojos, bajando unos párpados y recelosos. -No me digas que eres uno de esos chicos que duermen con un mechón de pelo de su novio... No pensaba que fueras tan patético. - Nos quedamos mirándonos fijamente. Yo guardo silencio, tan inmóvil como una roca. Yeonjun estira una mano hacia la camisa y yo retrocedo un paso de golpe. Sé que mi reacción es exagerada, pero no puedo evitarlo. De ninguna manera le entregaré la camisa a este tipo. '

Él me sigue, agobiándome. -¿Qué te traes entre manos? ¿Por qué estás aquí realmente? - Cuestiona. -Por Jeno. - Contesto, y me alejo. -Me gusta Jeno; eso es todo. ¿Por qué si no iba a estar aquí? - Él se ha acercado tanto que lo empujo con una mano; mi furia está sobrepasando a mi pánico de tal modo que estoy dispuesto a tocarlo. -Apártate. - Él no me hace el menor caso y sigue acercándose. -Creo que tú también le gustas a Jeno, y eso es toda una novedad. - Me repasa con la mirada insolentemente, sin pasar nada por alto. -¿Qué tienes tú de especial, eh?

Choco contra el escritorio y me agarro al borde, pero al recordar que está forrado con piel de ónix suelto un grito ahogado. Horrorizado, retiro las manos al instante. Yeonjun sonría siniestramente, pues no se le ha escapado mi reacción. -Precioso, ¿verdad? - Comenta, y roza mi brazo con el suyo al ir a acariciar el tablero del escritorio. Se me contrae el estómago violentamente y, temiendo ir a vomitar, paso deprisa ante Yeonjun antes de hacer o decir algo espantoso, algo de lo que no pueda retractarme después.

Él me agarra al pasar, obligándome a mirarlo a la cara de nuevo. Sublevado por su contacto, mi piel destella dorada y roja durante una fracción de segundo. -No recuerdo cuál fue la última vez que a Jeno le gustó un chico. - Continúa. -No se permite a sí mismo que le gusten los chicos. No desde que estuvo enfermo... Lo cual me lleva a pensar que tú eres algo más. Lo confieso: siento curiosidad.

¿Enfermo? ¿Cuándo estuvo enfermo Jeno? Quiero preguntar, pero no me atrevo a seguir ni un momento más en esta atroz habitación, sujetando una camisa con mi sangre, sufriendo el contacto de Yeonjun y las incisivas cuestiones sobre por qué soy tan diferente. Libero el brazo y me alejo bruscamente; el aire se vuelve viento contra mi cara. No llego muy lejos antes de que Yeonjun me atrape de nuevo y me obligue a girar. En ese momento me atenaza el auténtico temor de que podría no salir nunca más de esta habitación.

Su cara se acerca tanto a la mía que casi me veo en el oscuro reflejo de sus ojos. -Quiero saber qué estás haciendo aquí. - Insiste. Empiezo a respirar aceleradamente, mientras en mi interior se forma un vapor que se va transformando en fuego. -Suéltalo. -Exige de pronto una voz que me inunda como una fresca oleada de alivio. Jeno se halla en el umbral, abriendo y cerrando las manos a los costados. Pero, aun así, Yeonjun no me deja libre. -Le he pillado husmeando. -

Jeno avanza con una expresión tan fría como el mármol. -Suéltalo. - Repite. Yeonjun se cuadra, colocándome a su lado sin soltarme. -Empieza a usar el cerebro, Jeno. Le he pillado aquí. - Remarca. -Estás haciendo una montaña de un grano de arena. - Dice Jeno, dando unas cuantas zancadas para liberarme. Yo me tambaleo y Yeonjun aprovecha el momento para arrebatarme la camisa de las manos. -¡No! - Exclamo con voz ahogada, intentado recuperarla. Pero es demasiado tarde. Yeonjun se pone fuera de mi alcance y empieza a examinar la camisa con fingido aburrimiento. -¿Qué es lo que tiene esto de especial? - Le da igual la camisa. Sólo le importa que yo parezco quererla... Y que me angustia que me la quite.

!  ׅ࣪  alma de fuego ׅ ࣪ nomin ✶ drakis [1] ~  ࣪ ׅWhere stories live. Discover now