➶ ໑ 𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟕 ᘒ ꒦ 🜸

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Al día siguiente mi madre no vuelve a sacar el tema de vender una piedra preciosa, y yo tampoco lo hago. Ya sé que es absurdo, pero siento como si no mencionar el tema la ayudará a olvidar que quiere vender una. Mientras ella y Haechan esperan nuestra pizza en Chubby's, que tiene fama de ser la mejor pizzería de Chaparral, yo voy varios locales más allá a escoger una película para la velada. Preferiblemente una comedia. Cualquier cosa que me distraiga.

En el camino de vuelta, con la película en la mano, estoy cruzando por delante la callejuela que hay justo antes de Chubby's cuando me levantan en volandas y tiran de mí hacia el estrecho espacio, arrastrándome entre dos paredes de cemento idénticas, donde me llega el intenso olor de un contenedor cercano. Me retuerzo, bufando y escupiendo vapor; el fuego me sube por la tráquea. Girando la cabeza, intento enfrentarme a mi agresor y convertirlo en un chisporroteante montón de huesos y cenizas cuando oigo: -¡Para! - Reconozco esa voz ronca al instante y no siento verdadera sorpresa. En lo más hondo de mi mente, sabía que, si alguna vez la manada lograba localizarme, encontrarme... Sería él quien encabezaría el pelotón. Me sacude un poco y me pregunta: -¿Ya has terminado? No pienso darte la vuelta hasta que me prometas que no vas a incinerarme. - Finaliza. -No estoy seguro de poder prometerte eso. - replico con una risa entrecortada.

Al cabo de un largo instante, las grandes manos que me sujetan los hombros se relajan. Me libero tambaleándome y me giro hacia él. -Hola, Jaemin. - Me saluda, como si nuestro encuentro fuera lo más natural del mundo. Mis ojos son más lentos en procesar, en aceptar, lo que ya sé. Me quedo mirándolo. Su inmensidad es un muro amenazador. Mide casi dos metros de estatura, pero lo había olvidado. Había olvidado su tamaño, su presencia absoluta. De algún modo, con el tiempo y la distancia, desde el mundo humano, él había encogido en mi mente. Ahora vuelvo a comprender por qué, después de su padre, es el ónix principal de mi manada. -¿Cómo nos has encontrado, Johnny? - Él ladea la cabeza. Mechones de un negro purpúreo le rozan los hombros. -¿Pensabas que no lo haría? - Responde. -No sé por qué tenías que intentarlo. - Replico. -¿Ah, no? - Contesta. -¿Por qué no podías limitarte a olvidar...? - Me interrumpe. -No puedo hacer eso. - Dice. -Porque te lo dijo tu papito, ¿no? - Digo, pensando en Sehun.

Un negro carbón destella bajo el tono aceitunado de la piel de Johnny; su piel Draki está lista para manifestarse. -No estoy aquí ni por mi padre ni por la manada. - Mientras sus ojos me atraviesan, noto que está diciendo la verdad. Sé lo que está diciendo en realidad. Está aquí por sí mismo. -Noticia de última hora, Johnny. - Replico. -No estoy deseando volver a casa. O por lo menos no de esta manera. - No quiero que él me lleve a rastras. Johnny responde a la típica manera del Draki masculino. Su rostro se tensa en líneas marcadas; se le ensancha la nariz, que desarrolla varios puentes angulosos; su piel parpadea intermitentemente. Piel negra de dragón un momento, carne humana al siguiente. Yo me preparo, doblando los dedos de los pies dentro de los zapatos. De la nariz me brota vapor, como respiración cálida en un día de invierno.

-Tu exhibición de macho no me intimida. - Miento. -Pelearé contigo. - Le advierto. Puede que él sea más fuerte, pero yo no estoy indefenso. Johnny lo sabe, por supuesto. Esa es la razón de que esté aquí. Después de todo, me quiere por lo que puedo hacer. Me examina, pensando. -¿Estás dispuesto a luchar? - Lo desafío. -¿Y tú? - Replica. ¿Estoy listo para incinerarlo con una sola exhalación? Pese a su expresión ceñuda, él es parte de mi pasado, uno de los míos, el legado que mi madre empaquetaría y vendería como ropa de bebé vieja.

Al cabo de un momento, Johnny añade: -No puedes pelear con toda la manada. - Yo arqueo una ceja con una dulzura que no siento. -Oh, ¿vas a meter a la manada en esto? Creía que estabas aquí por tu cuenta. -Replico. -Así es, pero iban a mandar a alguien tras de ti. Yo me ofrecí voluntario, aunque si regreso con las manos vacías, enviarán a otro. Probablemente a Jaehyun. - Yo procuro no estremecerme. Jaehyun, hijo de Joy y primo de Johnny. Él y Johnny nunca se han llevado bien. Ni siquiera se molestan en intentarlo.

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