12. ¿Me Quieres? Te Quiero

1.9K 205 2.9K
                                    

*****

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

*****

—¡Pero papá...!— decía Fugo, ya algo enojado

—No, ya dije que no, Pannacotta— sentenció Bruno, mientras se ajustaba la corbata —Es mi última palabra

Fugo miró a Narancia, quien estaba luchando por no ponerse a llorar.

Es que era algo increíble. El señor Speedwagon y el profesor Jonathan se habían ofrecido a llevarlos a Italia, y la respuesta de su padre era un rotundo no.

—Basta Narancia, eso no te va a ayudar— dijo Bruno, viendo a su hijo poner su carita —¿Tu crees que te voy a dejar ir a un viaje así luego de cómo saliste en los exámenes?

—¿Y qué hay de mí?— exigió saber Fugo —¡No me vas a decir que es por eso que no me vas a dejar ir!

—Tú no vas porque ni modo de dejarte ir a ti y a Narancia no. Sería muy injusto, así que se quedan los dos

—¡Ah, me lleva la chingada!

—¡Hey! Si vuelves a decirme algo así estarás castigado todo el año

Fugo se cruzó de brazos y se sentó junto a Narancia.

—Además, es IMPOSIBLE que los deje salir del país sin decírselo a su padre— continuó Bruno

—¡Pero no podemos hablar con papá!— sollozó Narancia

—Exacto

Bruno tomó su saco del armario y se lo puso, haciendo caso omiso de las miradas que le dirigían sus hijos.

—¡Papá, por favor, nunca volveremos a tener una oportunidad así!— le hizo ver Fugo

—Chicos, saben cómo está la situación ahora— les explicó Bruno —No creo que sea conveniente que se alejen de mí, donde Diavolo no pueda vigilarlos

—¿Y nos sería mejor si saliéramos del país?— intervino Narancia

—Buen intento, niños

Fugo suspiró, sabiendo que era una discusión que no podían ganar. Narancia cruzó los brazos, enojado.

—Además, necesito que empaquen sus cosas— les recordó Bruno —¿No los anima mudarse a la nueva casa?

Bueno, de entre todo lo malo que les había ocurrido últimamente, por lo menos ahora tenían una casa en el centro del pueblo, que Diavolo amablemente había conseguido y puesto a nombre de Bucciarati. Habían estado moviendo algunas cosas los últimos días, con la ayuda de los amigos de sus hijos

Fugo miró la hora en su celular y dijo:

—Papá, todavía podemos llegar a la casa de los Joestar y...

—Que no, entiendan



*****

—¡Papá, por favor!— decía Jolyne, caminando detrás de Nori —¡Solo será por unos días!

Amor EternoWhere stories live. Discover now