El regreso a clases, nuevas relaciones, nuevos chismes, y lo más importante, un cambio de administración en el pueblo van a llegar a poner de cabeza la ya de por sí loca vida de nuestros amados personajes.
Parte 2 de Me Quieres o Me Olvidas. Del AU...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Notita: Banda, acabamos de sufrir dificultades técnicas. Consideren volver a comentar sus partes favoritas si ya habían pasado pro aquí, porque no leímos tantos comentarios antes de que wattpad nos eliminara :'c gracias los tkm
*****
Bruno sintió como si su corazón estuviera siendo impulsado por un montón de máquinas de vapor, y todo ese calor se regara por todo su cuerpo.
Leone se puso de pie, con cierta dificultad, y se le quedó mirando sin decir nada. Por su cara, parecía como si estuviera presenciando una especie de milagro.
Y así se quedó el despacho en completo silencio hasta que Diavolo habló:
—Bueno, ¿se van a abrazar o no, verga?
Solo entonces, Bruno prácticamente corrió hacia su esposo y lo abrazó lo más fuerte que puso, sintiendo que las lágrimas tibias mojaban sus mejillas.
No importaba cuánto tiempo había pasado desde la última vez que había abrazado a Leone, para Bruno habían sido dos, tras vez tres siglos. Los latidos de su corazón parecían ser aún más fuertes, o quizás eso que sentía era el resultado de que los latidos de ambos estaban coordinados, quién sabe.
Lo cierto es que, por primera vez en mucho tiempo, Bruno volvió a sentirse completo. Era como si durante todas esas semanas algo vital le hubiera faltado, y por fin estaba respirando tranquilamente de nuevo.
Por lo menos hasta que por fin se separó un poco de su esposo para verlo bien. Sí, su cabello y su barba estaban enredados, pero seguían un tanto húmedos, como si acabara de tomar una ducha. De todos modos, él no parecía muy sano. Estaba demacrado, y los únicos vestigios de color en su rostro eran las marcas de quemaduras por el sol en sus pómulos y las ojeras púrpuras bajo sus ojos.
La verdad sí parecía un vagabundo al que acababan de recoger de la calle.
—Leone...— murmuró Bruno, a punto de preguntar qué había pasado.
Sin embargo, no pudo finalizar la oración, pues su esposo lo interrumpió con un beso, y en ese momento Bruno se olvidó de todo lo demás. Que él mundo ruede, Leone estaba de vuelta junto a él, así que todo lo demás carecía de sentido...
O así fue por unos momentos. Bruno volvió a la realidad de golpe una vez más, tomó a Leone por los hombros y preguntó:
—¿Qué pasó? ¿Por qué no me avisaron que ibas a llegar? ¿Ya es seguro que estés aquí? ¿Vas a volver a casa?
—Yo... No lo sé— respondió Leone con voz ronca, mirando a Diavolo —No sé qué está pasando
Ah sí, Bruno se había olvidado del narco.
—¿Cómo?— se extrañó Bruno, mirando a ambos hombres —¿Qué fue lo que pasó?
—A mí también me gustaría saber eso— apuntó Diavolo.