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Mateo

—¿Vas a salir? —me preguntó mi hermana entrando en mi pieza.

—Sí, ¿por? —tomé mi mochila y guardé mi cuaderno, un libro, el computador y mi estuche.

—Tu cargador —me recordó mi hermana.

—Uy, gracias, casi se me queda —lo tomé y lo guardé.

—¿Vas donde el Lucho?

—Sí, tenemos que estudiar.

—Qué fome tomar clases en vacaciones —frunció el ceño.

—Mh, sí, un poco, pero es mejor tomar un ramo en verano y tener menos trabajo el resto del año que estar lleno de weás después. Cuando entres a estudiar lo vas a entender.

—Todavía me queda tiempo —se sentó en mi cama.

—¿Entonces definitivamente no vas a estudiar este año?

—No, no tengo idea de lo que quiero hacer en un futuro, así que prefiero no meterme a la u y así no hacer a los papás gastar plata de gusto... Tu carrera no es nada barata tampoco.

—Oh, esta weona —le tiré una almohada.

Se rio y me tiró la almohada de vuelta—. Ya oh, si te estoy webeando, mientras los papás te la puedan pagar y mantengas tu beca la raja.

—Esa es otra de las razones por las que tomé este ramo en verano, como es menos trabajo durante el año escolar.

—Si entro en la u algún día capaz lo haga... Ya, te dejo, anda a ser un alumno responsable para que algún día ayudes a los papás a pagarme la u —me tiró un beso y se fue de mi pieza.



Al llegar a la casa del Lucho estaban ya otros dos chicos que tomaban el ramo con nosotros. Los cachaba de vista, porque habíamos tenido el primer año clases juntos, pero nunca hablamos mucho. El Lucho, por el contrario, había tenido más ramos con ellos, así que cuando los vio en clases no dudó en armar un grupo de estudio.

—Igual es medio penca el profe —opinó el Claudio.

—Sí, pero era tomar el ramo con él o tomarlo en el año —suspiró el Lucho mientras seguía escribiendo en su cuaderno.

El Santiago volvió de la cocina y se sentó en una de las sillas—. En todo caso, hablé con una chica que ya va en cuarto y dijo que Rodríguez es aun peor que Valencia.

—¿Se puede ser peor? —fruncí el ceño.

El Santiago se rio—. Al parecer sí... Oye, ¿y ustedes al final qué especialidad eligieron?

—Yo oftalmología —dijo el Lucho.

—Hematología.

—¿Y ustedes? Yo sé que tú tomaste oftalmología también —apuntó al Claudio y él asintió.

—Yo tomé imagenología —respondió el Santiago.

—¿Y la chica que se junta con ustedes? La rubia, ¿qué tomó ella? —preguntó el Claudio.

—¿La Vale? Tomó morfolo... Morfosi... Morfosis... Ah, puta —frunció el ceño y nos reímos—. Mateo po, ¿cómo es la weá?

—Morfofisiopatología —reí de nuevo.

—¿Y está soltera? —siguió preguntando.

—No, está pololeando —respondí.

—Y aunque estuviera soltera no te pescaría, le gustan las mujeres —aclaró el Lucho.

Péscame poWhere stories live. Discover now