Capítulo 13: Saskia

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Estoy en la habitación de Joe Wyrick, no puedo distinguir nada, estoy sentada en el borde de su cama mientras él busca a tientas en medio de la oscuridad algo que pueda usar para dormir.

—¿No sería más fácil si enciendes la luz? —Sus pasos se acercan a mi dirección y no puedo evitar levantar mi mano para poder sentir en qué lugar se encuentra.

—Estoy bien así. —Murmura con voz ronca, su mano toma la mía y tira de mi cuerpo de modo que me encuentro de pie. Su voz suena divertida, por lo que no puedo evitar sonreír —. Ten, creo que esto te servirá. —Sé que me entrega una camisa, es extremadamente suave ante mi tacto.

Soy llevada hacia una puerta por el propio Joe y al fin veo algo de luz cuando este último enciende la luz. Inclina la cabeza hacia un lado para que pueda ingresar en el baño.

—Gracias. —Murmuro en voz baja, entrando al no tan reducido espacio y cerrar la puerta con pestillo detrás de mí, no pierdo el tiempo y elimino los tacones lo más rápido que puedo.

El alivio inunda mis pies cuando puedo tocar el frio suelo, estiro mis dedos para recuperar la sensación en los mismos. Observo la camisa que está entre mis manos, se que solo me llegara a la mitad de los muslos, por lo que solo me quito el vestido y el sujetador.

La camisa de Joe llega bajo mi trasero, por lo que tiro de ella un poco más para que mis bragas no queden a su vista, soltando un suspiro entre abro la puerta del baño.

—¿Joe? —No escucho ningún movimiento en la habitación por la que salgo del baño, todo vuelve a las tinieblas cuando la puerta se cierra detrás de mí y camino hacia la cama tratando de no romperme nada en el camino.

Antes de que llegue a la cama, la puerta de la habitación se abre de golpe y veo a un Joe en pantalones de deporte, tiene dos vasos con jugo en sus manos y sus ojos no pierden el tiempo en parar sobre mi pecho y deslizarse hasta mis piernas descubiertas.

La luz que se filtra por la puerta es poco a poco bloqueada cuando Joe la cierra rápidamente, mi ceño se frunce, pero paso por alto el comportamiento de Joe.

Sus fuertes pisadas suenan cerca de mí y me asusto un poco cuando siento el frió contacto del vidrio contra mi mano.

—Ten, bebe esto. —El lugar a mi lado se hunde y en menos de un segundo Joe enciende una lámpara que se encuentra en una mesita de noche, agradezco mentalmente la poca luz que brinda y observo el líquido en el interior del vaso.

—¿Jugo de naranja a las dos de la mañana? —Me burlo mientras lo observo, el tiene el ceño fruncido mientras intenta parecer enojado.

—Solo conté hasta el décimo vaso de cerveza que tomaste. —Vale, ni yo los había contado. Aun no entiendo por qué no estoy cayéndome al suelo en este momento. Tuve buena suerte para ser la cuarta vez que tomo alcohol.

Bebo el jugo sin rechistar, realmente el sueño empieza a apoderarse de mi cuerpo por lo que un bostezo es liberado de mis labios cuando Joe coloca los vasos sobre la mesita de noche.

El se levanta y veo que hace la manta hacia un lado, inclina la cabeza señalándome que me meta bajo la misma.

El nerviosismo invade mi sistema y siento mis manos temblar mientras gateo bajo las mantas, trato que la camisa no se suba y suelto un suspiro cuando siento la manta sobre mí.

La luz se vuelve a apagar pero Joe no se acuesta junto a mi sino tres minutos después. Las mantas se elevan nuevamente y el colchón se hunde bajo su peso.

—¿Saskia? —Se que no me he movido, en realidad parezco una piedra puesta con descuido sobre la cama de Joe, me siento intrusa, sé que no debería estar aquí y sé que él tampoco dejara que me marche.

INTRINSIC © |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora