Capítulo 16: Joe

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Mi corazón golpea con fuerza contra mi pecho, y siento como todo mi cuerpo se estremece ante las uñas de Saskia en mi espalda, un mueca se apodera de su rostro por que lo único que hago es quedarme inmóvil. No quiero que su primera vez sea traumática.

—¿Puedo moverme? —Pregunto en un murmuro cerca de su oído, ella traga saliva y asiente lentamente con la cabeza. Sus ojos se abren un poco más cuando me retiro de su interior.

Realmente intento ser suave, pero Saskia es demasiado estrecha y eso solo dificulta las cosas. Me inclino un poco más sobre ella y presiono nuestros labios juntos cuando vuelvo a hundirme en su interior.

Sé que tenía una tarea realmente difícil, al ser la primera vez de Saskia ella no alcanzaría el orgasmo, algo había aprendido de mi madre siendo ginecóloga.

—Eres hermosa. —Murmuro, tratando de alejar su atención del dolor en su entrepierna, ella muerde su labio inferior y en un movimiento rápido la tengo sujetada por las muñecas con una de mis manos.

Sus piernas se enredan alrededor de mi cintura, presionándome aun más en su interior. Un gemido es liberado de mi garganta mientras trato de controlarme un poco.

—M-mas. —Su suave voz rompe el silencio entre nosotros y suelto un suspiro, empezando a balancear mis caderas contra las de ellas.

Me relajo notablemente cuando no veo ninguna mueca en su rostro, ella parece estarlo disfrutando al igual que yo, por lo que la tomo de las caderas y empiezo a acelerar mis movimientos.

Sé que debería sentirme mal, sé que no debería hacer esto, se que está mal. Pero simplemente no puedo detenerme y, si me dieran a elegir entre una vida sin Saskia y lo feliz que puedo sentirme junto a ella.

No lo pensaría dos veces en elegirla a ella.

Con un último gruñido sé que he llegado al límite, por lo que no me contengo y dejo que el orgasmo corra por mi cuerpo. Hacerlo con protección no es lo mismo. No se siente igual, pero sé que es una pequeña prueba de lo que tendré en un futuro.

El pecho de Saskia sube y baja con fuerza, chocando contra el mío, me remuevo un poco y salgo de su interior, un suave quejido es liberado de sus labios y me apresuro a disculparme mientras dejos un reguero de besos en su clavícula.

—Eso fue... —Ella dice pero se queda callada, no puedo evitar reír ante el tono tímido que se filtra en su voz.

—Vuelvo en un segundo. —No escucho su respuesta por lo que me encamino al baño con rapidez para deshacerme del condón, un minuto después vuelvo a la habitación y veo una pequeña sobra que se remueve —. ¿Saskia?

—Aquí. —La sombra se detiene de golpe y enciendo la lámpara que esta sobre mi mesita de noche, Saskia tiene falda de vuelta en su lugar y se cubre el pecho con sus ambas manos.

No puedo evitar sonreír y caminar hacia ella, veo como su garganta se mueve ante el hecho de ella tragando con fuerza, está nerviosa, lo sé por la manera en la que sus pupilas se dilatan y sus mejillas se sonrojan.

También sé que estoy desnudo y no estoy tratando de cubrirme, hecho por el cual Saskia no ha bajado su mirada.

—¿Qué haces? —Pregunto en tono divertido, mi brazo serpentea alrededor de su cintura y la presiono contra mi cuerpo.

—Y-yo... yo no hago nada. —Tartamudea pero se aclara la garganta, arqueo una ceja con diversión mientras deslizo ambas manos hacia su trasero, ella da un respingo cuando tiro de la tela y la elevo. No me voy a cansar de tocarla.

—No te irás. —Es lo único que digo antes de tirar del cierre de la falda y ayudarla a quitársela. Ella está nuevamente desnuda, su pecho se presiona contra el mío por lo cual sus manos terminan sobre mis hombros.

INTRINSIC © |EDITANDO|Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum