Extra: Alina Wyrick |Parte 1|

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Joe

—Joe —Suelto un gruñido, intentando regresar a lo que era un excelente sueño—, Joe despierta, cariño.

—Cinco minutos más, nena —Lo que parece ser un fuerte quejido me obliga a abrir los ojos, abrumándome con la oscuridad que me rodeaba. La pequeña y delicada mano aferrándose a mi antebrazo con fuerza—. ¿Saskia?

—Necesito ir al hospital —El entendimiento me golpea con fuerza cuando un nuevo quejido aborda a Saskia—. ¡Joe, date prisa!

Me levanto dando traspiés de la cama, y enciendo las luces de la habitación. Lo primero que logro captar es a la pequeña morena en mi cama, completamente envuelta en sudor mientras sujetaba su gran vientre.

—¡Juro que si no das un solo paso voy a matarte yo misma, Joe!

—¡Solo respira, cariño! —Intento no burlarme, pero falló estrepitosamente. Saskia es capaz de lanzarme su mirada más envenenada y sé que es momento de moverme con rapidez.

Rebusco con rapidez en el armario, tomando lo primero que tengo a mano. Tenía que tomar el bolso de Alina, despertar a los gemelos y llevar a todos al auto.

Al final Kayden había tenido razón al decirme que tenía que ser un súper papá.

—¡Joe! —Intento no entrar en pánico cuando los gritos se hacen más fuertes. Coloco el bolso rosa sobre mi hombro y con rapidez me encamino a la habitación de los gemelos, estos se encuentran completamente despiertos sobre sus camas, y cuando ponen los ojos sobre mí, saben lo que ocurre.

—Tenemos un minuto antes del próximo grito, ¿listos?

—Esperaremos abajo —Kayden responde, soltando un bostezo. Claramente los gritos de Saskia los habían despertado, pero no era el momento para disculparse.

Regreso a la habitación con rapidez y recibiendo un fuerte golpe de parte de la morena, la tomo en brazos.

—Juro que no volveré a tener sexo contigo —Se queja, no puedo evitar reírme ante sus palabras. Ella sabía perfectamente que se iba a arrepentir de sus palabras, y no por mi causa—. D-duele como el infierno.

—Ya pasará.

Intento no quejarme cuando Saskia clava sus uñas en mi hombro, claramente el dolor iba aumentando con el paso de los segundos.

Alina estaba haciendo sufrir demasiado a Saskia.

—Jayden, las llaves del auto —Indico al pequeño moreno. Este, aun cubierto por su pijama, se encarga de alcanzar las llaves de la mesita de entrada. Aun con Saskia en brazos, abro la puerta principal, caminando con rapidez hacia el auto.

No tenía tiempo para avisarle Erín, y tampoco iba a servir de mucho. Talvez estaría en el hospital.

Jayden se encarga de desbloquear el auto y coloca a Saskia en el asiento delantero, pasando por alto las maldiciones que lanza hacia mí. Podía estar seguro que Saskia ya no querría tener más hijos.

—¡Niños, suban al auto! —Los gemelos se encargan de subir al auto y tomo las llaves antes de cerrar la puerta detrás de ellos. Mis pies se mueven con rapidez y ocupo mi lugar detrás del volante.

—Joe, llama a mamá. —Niego con la cabeza, entregándole mi teléfono.

—Estoy conduciendo, morenita, hazlo tu.

Saskia toma el teléfono con rapidez mientras yo fijo los ojos en el camino.

El sueño se había ido por completo y ahora no podía esperar por ver a Alina. Después de ocho largos mese ella estaba viniendo al fin. Saskia habla con su madre soltando varios quejidos y regañándola de vez en cuando.

INTRINSIC © |EDITANDO|Where stories live. Discover now