El Arte De Perder

Capítulo 31

Segunda parte

Hope sabe que ella está ahí. Incluso cuando duerme, su cuerpo simplemente… lo sabe. Podría decir ahora mismo cada punto de contacto entre ellas: donde su nariz toca la nuca de Josie; donde sus dedos se clavan en las hendiduras de su cintura; donde sus pechos presionan contra los afilados omoplatos, manteniendo una distancia exasperante entre ellas. Desea desesperadamente ser una línea, amoldarse a las curvas del cuerpo de Josie.

Josie se retuerce y sus suaves pelos de bebé hacen cosquillas en la nariz de Hope, despertándola. Sin embargo, no abre los ojos. Por primera vez en mucho tiempo, Hope está contenta. La necesidad de despertarse, de tomar conciencia, parece no tener importancia.

Durante lo que podrían ser diez minutos o una hora, se adormece, abrazando a Josie contra ella. Sólo cuando la otra chica empieza a despertarse, dándose la vuelta, Hope abre por fin los ojos, entrecerrándolos a través de la luz del sol que les da de lleno.

—Es muy brillante. —Hope murmura. Su voz se siente maltratada por haber cantado y gritado en el club anoche. Mira a Josie y descubre que la chica ya la está mirando. Sus ojos de ciervo están un poco hinchados por el sueño mientras la miran con una evidente suavidad. También hay un matiz de incertidumbre en ellos.

—Buenos días —La chica más joven susurra.

—Buenos días.

Ninguna de las dos dice nada hasta que Josie se ríe con un poco de torpeza, sus ojos se desvían y vuelven a la carga.

—Esto es raro, ¿no?

—¿Lo es? —Hope parpadea somnolienta, sacada de su contemplación.

—Bueno...

La renuencia de Josie a terminar su frase envía un punto de ansiedad directamente al corazón de Hope, evaporando la satisfacción flotante que había estado sintiendo.

—¿Te parece raro?

Josie abre y cierra la boca.

—Es que... todo es diferente ahora. Nos besamos.

—Hicimos algo más que besarnos —Hope responde indignada, y los ojos de Josie se abren de par en par. Hope se da cuenta de cómo suena eso—. Quiero decir... nos dijimos te quiero, a eso me refiero. —Incluso decir esas palabras le parece surrealista.

—Iba a decir que… —Josie se ríe nerviosamente—. Si alguna vez tengo pérdida de memoria y me olvido de eso, por favor, mátame.

Hope se calienta ante la insinuación y rápidamente se aclara la garganta.

—La cosa es que no tiene que ser rara, ¿sabes? Podríamos simplemente... ser. Ya no quiero hacer las cosas raras e inciertas.

Hope se da cuenta de que Josie está sorprendida por su sinceridad. Espera su respuesta.

—De acuerdo —Josie dice simplemente.

—¿De acuerdo?

—Tienes razón. —Josie traga, pero asiente, y ahora hay más resolución en sus ojos—. Te besé, me besaste. Yo… —Duda, parece un poco tímida—. Te quiero... y tú me quieres. —Su voz se inclina un poco al final, la vulnerabilidad se pone de puntillas en la cama.

—Bien —Hope lo aplasta rápidamente. Su sonrisa es brillante y no puede apagarla.

—Bien —Josie susurra, devolviendo la sonrisa.

Hay otra pausa (de otro tipo) en la que Hope no está segura de si debe besar a la otra chica. Josie la mira como si quisiera que lo hiciera, pero aún así, Hope se encuentra sin confianza.