Capítulo 12: Reloj

4.6K 780 426
                                    

No tuve mucho tiempo para procesar lo que Eisherz acababa de decirme porque, en ese mismo instante, Aren bajaba por de las escaleras canturreando y yo me hice a un lado con rapidez

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No tuve mucho tiempo para procesar lo que Eisherz acababa de decirme porque, en ese mismo instante, Aren bajaba por de las escaleras canturreando y yo me hice a un lado con rapidez. Podía sentir mis mejillas calientes y mi corazón latiendo a toda velocidad. Tuve que tomar dos respiraciones profundas, intentando calmarme.

—Los espero aquí mientras ustedes... —balbuceó Aren, lanzándose en el sofá— terminan.

Al principio pensé que se refería al momento que acabábamos de tener, pero no, el muy idiota se refería a recoger el desastre que él mismo había provocado.

Lo hubiera puesto a ordenar todo por él solo, pero apenas podía pensar como para decir algo. Las palabras de Eisherz seguían en mi mente, repitiéndose una y otra vez. Tenerlo a una distancia tan corta, no me hacía para nada bien. A cada nada, me sentía a mí misma mirándolo por encima del hombro mientras él apilaba el desorden.

¿Y saben qué?

Él no me había mirado ni una sola vez.

Algo desanimada, agarré las dos bolsas de basura y las saqué para echarlas en el contenedor de basura de nuestra calle. Me sobresalté cuando alguien hizo sonar el pito de un vehículo a mis espaldas.

—¡Hey, Madison! —exclamó Betsy al girarme hacia ella.— ¿Haciendo limpieza?

Se encontraba en el que suponía que era su auto, saliendo del garaje de su casa y deteniéndose junto a mí. Llevaba unos lentes de sol, los cuales se bajó lo suficiente para que pudiera verle los ojos.

—Ja sí. Algo así. —suspiré.

—Voy al centro comercial. ¿Necesitas que te traiga algo? —preguntó con una media sonrisa.

Había olvidado por completo que necesitaba ir a comprarme la bicicleta para no tener que depender más de Landon. Pero con la aparición de Aren, se me había ido de la mente por completo. Aún tenía que terminar mi conversación con él, pero podía tomarme una hora para ir al centro.

—¿Puedo ir contigo? —me atreví a preguntar. Definitivamente sería mucho mejor ir en auto que caminando— Necesito comprar algunas cosas.

—Por supuesto. —respondió con una sonrisa de oreja a oreja.

—Dame unos minutos para cambiarme de ropa. —ella asintió y yo me dispuse a caminar de vuelta a mi casa mientras me sacudía las manos.

Al entrar, visualicé a Aren de rodillas sobre la butaca junto a la ventana, mirando hacia afuera.

—Me gusta tu vecina. —farfulló con la cabeza inclinada hacia un costado.

—Está casada, por dios.

—¿No querrá una nueva mascota? ¿Sabes que animal es su favorito? Puedo convertirme en lo que ella quiera.

—¿Y qué vas a conseguir con eso? ¿Qué te acaricie de vez en cuando? —me mofé con una mueca.— No creo que quiera tener sexo con un animal.

EisherzWhere stories live. Discover now