«Él está encerrado en mi sótano y yo estoy condenada a enamorarme de él.»
Desde el día en que Madison descubrió al chico que se encontraba congelado en el sótano de su casa, cayó perdidamente enamorada de él.
Sexy, deslumbrante y con una belleza ca...
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Era fin de semana. Eisherz me había dicho que iba a pasarse el día entrenando con Aren. Hacía días que no lo hacía y ojos rojos no estaba muy contento con eso. Por mí parte, yo aún no tenía idea de lo que hacía mi chico en su "entrenamiento". Mentiría si dijera que no me moría por saberlo, la curiosidad era una característica de la mayoría de los seres humanos, pero no quería presionarlo. Ya me lo contaría cuando quisiera.
Así que, me había aparecido en casa de Logan con la intención de distraerme. Claro que nunca pensé terminar jugando al Valorant con él y con su grupo de amigos en línea. Cabe destacar que en la vida había tocado un juego. Le sorprendió tanto a él como a mí, que me gustara el dichoso juego. Digamos que era una forma muy efectiva de liberar estrés.
Cuando terminamos la sexta partida, Logan me quitó el mando de las manos.
—A ver, cuéntame qué te pasa. —inquirió, girando su silla hacia mí.
Fruncí el ceño e intenté volver a coger el mando.
—¿De qué hablas? Echemos otra partida.
—Madison. —me sostuvo de la muñeca— Llevas horas sonriendo como una loca mientras disparas.
—No lo he hecho. —solté una corta carcajada.
—Es que mírate. —exclamó— No puedes dejar de sonreír.
Al momento me di cuenta que era cierto. Las comisuras de mis labios casi que dolían y, cuando intenté deshacerme de mi sonrisa, a los pocos segundos volvía a tenerla. Era como algo automático, no podía evitarlo.
Me llevé las manos al rostro y bajé la cabeza.
—Puede que tengas algo de razón.
—No tengo "algo de razón", tengo "la razón".
Puse los ojos en blanco aunque Logan no pudiera verme.
—Vale, L. Tienes la jodida razón.
Pues sí. Estaba muy feliz. Llevaba días sintiendo que vivía en un mundo color de rosa y que la vida no podía ser más bella. Me despertaba cada mañana con el rostro de Eisherz a mi lado. ¿Qué más podría pedir?
¿Qué se acabaran de liar?
Ya nos hemos besado.
Sabes que no me refería a eso...
Venga ya. Eso es con el tiempo. Aún es muy pronto.
¿Pronto? ¿Eres consciente de la edad que tienes?
Ay ya. ¿Puedes callarte? Para mí es suficiente con verlo todos los días y tenerlo a mí lado. Es todo lo que necesito para ser feliz.
Qué lindo es el amor. —juro que escuché a mi conciencia suspirar... ¿O había sido yo?
—Entonces... —habló Logan— ¿me vas a contar?
—¿Nunca te ha pasado que un día despiertas y todo lo que sucede a tu alrededor parece sacado de un sueño? Como si el universo al fin estuviera actuando a tu favor.
