Parte 3

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– Ehh Hola!! Me llamo Erick ¿Te acuerdas de mí? – No, No, No así no puede ser– Pensaba en mi mente.

–Oye, soy yo, el chico con el que has hablando durante todo este tiempo. – Agh no, no me gusta.

Me canse, después de tantos intentos fallidos, se me acababa el tiempo y aun no tenia en mente como hablarle al verla por primera vez.

Entre al instituto, compartí un par de palabras con mi grado y en la hora de descanso me dirigí al baño. Allí se encontraba María, radiante a primera vista, un poco pequeña, pero era única, era ella.

–Emm Hola!, oye soy... – *En un abrir y cerrar de ojos corre y me aprieta fuertemente de un abrazo*.

–Me alegra verte Erick. Estas muy alto, no había pensado que lo eras– Dice maría, con una voz precipitada y agitada, emocionada de percibir a Erick por primera vez.

En ese momento no sabía que hacer, sentía que tenia el mundo entero en mis manos durante ese corto y fuerte abrazo, ambos regresamos a las aulas, y nos disponíamos hablar dentro de clase. Cada minuto que pasaba viendo el teléfono era una aspiración en el cual no se desvanecía, era constante, persistente y mis ansias de responderle cada vez más rápido aumentaron.

Durante el segundo descanso, seguía de paso por el salón de ella, y allí mientras yo saludaba a unos amigos, empecé a largar una conversación con Valeria, una amiga no muy cercana de María.

Valeria no compartía mucho con maria, sin embargo, no era odio, ni siquiera era un problema, la distancia las alejaba, pero los gustos precipitados al azar hacían de ellas un encuentro mágico. Valeria era alta, casi igual a mi, su pelo era ondulado, unos ojos perfectos, su delineado en perfecto estado, manos algo pequeñas, delicadas, sensibles al tacto.

- ¿Cuántos años tienes? ¿No me lo quieres decir? ¿Cómo te llamas?

- Facilona.

- Eso no es un nombre.

- Es fácil de recordar.

- Sí, pero, ¿Cómo te llamas de verdad?

- No me gusta mi nombre de verdad.

- ¿Cómo te llamas de verdad?

- Valeria.

- ¿Qué tiene de malo? Es hermoso.

- Es lo que tú crees.

Al borde del abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora