16 de noviembre 2022

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Era un miércoles extraño, mi familia me advirtió que se tenían que ir el día de mi cumpleaños, la universidad seguía siendo tediosa, a pesar de que mi cumpleaños fuera el jueves seguía haciendo algo inoportuno no poder vivir en paz algo que se considera como celebración, Instagram ya no me notificaba sobre las publicaciones de Valeria y cada día me preguntaba: ¿Cómo estará? ¿Qué estará haciendo? Quiero estar compartiendo con ella. A pesar de todo, seguía mirando las historias de Valeria, ver que pudo cumplir varios de sus sueños y soltar varios miedos también, ver que dio un show tan fantástico en un escenario de Bogotá me lleno de orgullo y a la vez de nostalgia al ya no poder estar con ella.

El día se torno oscuro, las nubes blanquecinas de la noche murmuraban un espanto de lluvia, mientras el viento las abrazaba con su calma. La lluvia empezó a caer, y las latas de acero del techo en el patio empezaron a sucumbir al percibir el peso de cada gota, eran casi las 11:30, ya casi era hora de mi cumpleaños... sin embargo, me empecé a sentir cada vez mas solo, al ver que simplemente no era feliz, y no consideraba que fuera importante para alguien. Mi cuarto se sentía denso, oscuro y poco a poco lo abrigaba una capa fría de soledad y desesperación, eran las 12:00pm jueves día de mi cumpleaños al igual que el de Valeria. Las historias de Instagram llenas de fotos de Valeria reposteadas, mientras que yo no tenia historias para contar. Mi mente no comprendía la situación:

¿No deberías esperar un mensaje de las personas... no siempre estarán ahí, o crees que sí?

Eran las 12:20 y ningún mensaje llego, el WhatsApp estaba mas que solo, a pesar de los pocos chats que tenía, no se sentía diferente y solamente intente consolarme, pero al momento de hacerlo, recordé al instante todas las cosas y los momentos del por que deje de celebrar mi cumpleaños. Las lagrimas eran las visiones del pasado, y cada una de ellas contaba una historia diferente, una historia que, a pesar de querer ser distinta, simplemente ya no puede serlo.

Eran las 8:30am nadie estaba en la casa, me encontraba solo frente a 4 paredes inmensas que solo me recordaban que cumplir años y ser mayor de edad era una realidad, a pesar de estar solo siempre encontraba la manera de como divertirme en mi adolescencia, el play con varios juegos, ver televisión, escuchar un rato música, hablar con algunos amigos por WhatsApp, ver Instagram. Pero... hoy simplemente, nada de eso me llama la atención, ya no encuentro una felicidad en eso que alguna vez fue mi distracción hacia la soledad y la falta de amigos que tenía. Pase a la cocina a observar si había algo de cumpleaños y.. estaba vacía, miré en la cama si tenía algún regalo de mi familia y no vi nada. tal vez, merecía no recibir nada por todas las cosas que había hecho... pero agh si duele, duele por el hecho de no ser débil, si no por que te confirma muchas cosas (no eres importante para la gente que amas).

La importancia no era por el simple regalo, si no por que el mensaje de hijo ya eres grande, no sabes lo orgulloso que me siento de ti, eres alguien muy valiente y espero lo sigas siendo, te amo nunca llego, nunca me sentí especial, mi familia nunca ha dicho lo orgulloso que están de mí, simplemente que bien, tienes que hacerlo es tu deber. Eran las 10am y mi padre me llama, me hace una celebración y me dice mijo a donde quiere ir a comer hoy yo lo invito tenía una cara de felicidad al ver que estaba cumpliendo años y le dije papa en la casa no hay nadie, mejor me invita el fin de semana jeje.

Eran los últimos días de la universidad y debía ir a presentar varios proyectos y culminar el semestre de la mejor forma, mi cumpleaños se torno un día normal, estudiar hasta las 6pm y volver a casa, cuando volví a casa mi mama no me felicito y mi abuela me dijo mijo no se sienta triste, a pesar de todo yo le tengo regalito es con mucho amor. Mi abuela me había dado 30mil pesos y no pude contener las lágrimas, le di un abrazo inmenso y baje al segundo piso, allí nadie me felicito y simplemente me dieron la comida y me acosté a dormir.

Recordé que ese mismo día en la mañana le había escrito varios mensajes a Valeria y ella lo había visto... me dijo: Erick espero estés bien, también quería felicitarte y espero todo lo que sueñes y cumplas se haga realidad. La mama de Valeria al instante me felicito y me dijo te quiero mucho para concluir su frase y la conversación... no sabia que responder a eso y solo se me formo una pequeña sonrisa al ver que al parecer nada había cambiado y que ella seguía igual de feliz que antes.

Al borde del abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora