CAPÍTULO 8

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3 años más tarde

Habían pasado un montón de cosas en estos años, la mayoría buenas.

Debo decir que el curso de aurores no fue fácil porque había mucho que estudiar y eran muchos hechizos para practicar. Fue duro, pero con mucho esfuerzo y dedicación acabé siendo la mejor de la clase y de la promoción entera. El instructor me dijo incluso que podía aspirar a un puesto alto dentro del departamento de aurores e incluso en el departamento de seguridad mágica si seguía trabajando duro. Debo admitir que me gané su confianza rápido.

Hermione se había graduado ya en Hogwarts recibiendo un premio a la mejor calificación en los últimos 20 o 30 años. Recuerdo ir a su graduación y no poder aguantar las lágrimas al verla tan feliz con su diploma y su premio en las manos.

Ese día me sentí la mujer más orgullosa del mundo y no pude evitar gritar "esa es mi novia putos". Obviamente fue la risa del día, aunque mi madre me dio una colleja y luego Hermione otra, pero valió la pena.

Después de salir de Hogwarts, Hermione consiguió un puesto en el departamento de regulación de criaturas mágicas en el ministerio. Siempre me dijo que quería empezar en algo pequeño, aunque no es que sus aspiraciones lo fueran debido a que desde el primer día empezó una campaña contra la esclavitud de los elfos domésticos.

El P.E.D.D.O, como lo había llamado Hermione en 4º año, ya no contaba solo con Harry, Ron y yo como afiliados, si no que ahora había mucha más gente luchando por los derechos de los elfos. Obviamente yo no podía estar menos orgullosa de mi novia. Como acto para apoyar a Hermione, liberé a Gunter dándole un gorrito hecho por nosotras.

Por mi parte, había acabado hace poco el curso en la academia de aurores y ahora estaba en una especie de periodo de prácticas con Harry y Ron. Esto se basaba en que nos daban casos no muy difíciles de los que nos podíamos encargar sin problemas para ir cogiendo el ritmo.

Sin embargo, yo estaba bastante más avanzada que mis amigos en el periodo y cada vez me daban misiones más significativas. Nuestro instructor, el señor Brown, siempre me apoyaba y me recomendaba para las misiones.

En cuanto a mi relación con Hermione, iba genial. Habíamos conseguido nuestro objetivo de que la lejanía no nos afectara. Además tras mucho esfuerzo, logré convencer a la profesora Macgonagall antes de que empezara el curso para que me dejara entrar al castillo y poder ver a Hermione. Costó mucho, lo reconozco, pero la constancia, además de un poco de ayuda, trajo sus frutos y al final accedió.

Flashback

Estaba en el despacho de la profesora Macgonagall rogándole por millonésima vez que me dejara ver a Hermione durante el año escolar. Había estado yendo a su recién renovado despacho todos los días de las últimas tres semanas.

̶ Por favor profesora ̶ le suplicaba de nuevo ̶ nunca le he pedido nada y le juro que no se lo diría a nadie. Solo quiero ver a Hermione al menos una vez a la semana.

̶ Eres consciente que va contra las normas ¿no? ̶ comentó Macgonagall sentada en la silla.

̶ Lo sé, de verdad que lo sé ̶ aseguré ̶ pero usted es la directora, puede cambiarlas si quiere.

̶ No es un proceso tan sencillo, señorita Malfoy ̶ explicó la profesora.

̶ Escuche profesora, de verdad que haré lo que usted me pida para compensárselo, puedo si quiere venir a limpiar o a lo que me mande, pero déjeme entrar durante el curso para ver a mi novia ̶ me puse de rodillas ̶ por favor, solo quiero verla.

La profesora me miraba fijamente y puse mi cara más adorable y suplicante que tenía. Detrás de la silla donde está sentada se escucharon unas breves risas.

No me importa la sangre (2ª parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora