CAPÍTULO 25

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Pov. Aria

Abrí los ojos poco a poco, había tenido un sueño en el que me sacaban de donde estaba secuestrada, era Hermione quién lo hacía. Cuando me adapté a la luz, miré a mi alrededor y no estaba en aquel sótano, sino en... la enfermería de Hogwarts.

Sentí algo encima de mi mano y al girar la cabeza las lágrimas llegaron a mis ojos. Hermione me sujetaba la mano y tenía su cabeza apoyada en esta mientras dormía. No había sido un sueño, ella realmente me había salvado de aquel infierno.

̶ Hermione ̶ susurré y la castaña levantó la cabeza enseguida cuando me escuchó.

̶ ¿Estás bien? ¿Te encuentras mal amor? ̶ preguntó muy preocupada.

̶ Ahora estoy bien ̶ respondí y la castaña me besó la mano ̶ me has salvado, como siempre.

̶ Por supuesto que sí ̶ murmuró con los ojos cristalizados ̶ no iba a parar hasta encontrarte. Ya verás cuando vengan los niños, también van a estar muy contentos de verte. Nos has hecho mucha falta a todos. Estábamos preocupados por lo volver a verte.

̶ Siento haberos preocupado ̶ susurré bajando la cabeza.

̶ No lo hagas, no ha sido culpa tuya ̶ me calmó levantando mi cabeza para mirarla ̶ ahora debes dormirte otra vez, es muy pronto todavía y aún estás débil.

̶ Quiero que duermas conmigo ̶ murmuré haciéndome a un lado en la camilla y Hermione me miraba pensándoselo ̶ vamos bebé, sabes que al final me vas a decir que sí. 

Palpé la camilla con la mano mientras miraba a la castaña para que se tumbara conmigo, como seguía dudando, le puse un puchero. Necesitaba sentirla otra vez a mi lado, la había echado mucho de menos este horrible tiempo sin ella. 

La castaña cedió y sonrió suavemente negando con la cabeza. Se tumbó a mi lado abrazándome con cuidado por mis heridas y en seguida me acurruqué a su lado escondiendo la cabeza en su cuello y aspirando su aroma a vainilla sintiéndome por fin segura en sus brazos.

̶ Te he echado de menos ̶ susurré y se me rompió la voz un poco ̶ creía que no volvería a verte.

̶ Yo también te he echado de menos mi vida ̶ aseguró apretando su agarre con cuidado ̶ yo sí sabía que te iba a volver a ver porque no me iba a rendir hasta tenerte conmigo.

Levanté la cabeza hasta estar a su altura y miré sus labios y luego sus ojos. La castaña hizo lo mismo y nos sonreímos ambas queriendo lo mismo. Nos acercamos y nos besamos con suavidad y cuidado ya que tenía algunas heridas en los labios debido a los golpes, pero el dolor al presionar esas heridas ahora mismo valía toda la pena. 

Todos estos días sin sus besos o sin el tacto de su piel contra la mía habían sido un infierno. Necesitaba tanto a mi castañita como necesito comer, Hermione me daba la vida que había perdido mientras estuve secuestrada con un solo roce de su piel.

̶ Te amo ̶ susurramos al mismo tiempo cuando nos separamos y reímos suavemente.

̶ Vamos amor, debes dormir ̶ susurró Hermione besando mis labios cortamente. 

Asentí y nos acomodamos otra vez en la camilla acurrucadas contra la otra y nos quedamos totalmente dormidas. Por primera vez en muchos días dormí profundamente y sin ninguna preocupación. En toda la noche separamos nuestras manos entrelazadas, por si acaso nos volvían a separar.

Varias horas después me despertaron unos gritos que conocía muy bien. Gruñí acurrucándome más contra Hermione y escuché la risita de la castaña, que me hizo sonreír también. Las puertas de la enfermería se abrieron y obviamente entraron mis hijos gritando y corriendo hacia la camilla dónde estábamos. 

No me importa la sangre (2ª parte)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz