No me importa la sangre (2ª parte)

CAPÍTULO 12

Al día siguiente me desperté antes que Hermione y me quedé mirándola mientras dormía plácidamente. Le aparté el pelo de la cara para poder mirarla mejor y sonreí suspirando por lo perfecta que es. Desde luego, he tenido mucha suerte en que alguien tan perfecta como lo es ella se halla casado conmigo.

Mientras las miraba, empecé a recordar todos los momentos que habíamos tenido juntas hasta estar aquí hoy, casadas. Todas las cosas buenas y malas, pero sobre todo las buenas.

Recordé todo lo que tuvimos que luchar para estar juntas, las peleas continuas con mi padre, las malas miradas de algunas personas hacia nosotras, las peleas, los celos, la búsqueda de los horocruxes, incluso tuvimos que afrontar mi muerte... pero pudimos con todas esas cosas negativas y aquí estamos hoy, en nuestra luna de miel.

De todas formas, todo eso solo eran algunas cosas malas ya que todo lo demás había sido perfecto, mi relación con Hermione había sido perfecta. Todo lo bueno superaba por mucho a las cosas malas, y es que de tan solo poder estar por fin con Hermione, hacía que todo lo que pasamos mereciera la pena.

̶ ¿En qué tanto piensas? ̶ preguntó la castaña con los ojos medio abiertos.

̶ En ti, como siempre ̶ contesté sonriendo y le di un beso en la frente ̶ ¿quieres que pida el desayuno?

̶ Por favor, tengo mucha hambre ̶ pidió y reí brevemente.

̶ Con todo lo que hicimos es normal, aunque yo también tengo hambre, pero de otra cosa ̶ murmuré y empecé a dejar besos por toda la cara de Hermione y su cuello.

̶ Pide la comida o no tendrás la tuya por un mes ̶ comentó aún con los ojos cerrados y me separé de inmediato ̶ buena esposa, ahora por favor mi vida, tengo hambre.

̶ ¿Cómo puedes ser tan adorable y tan pervertida a la vez? ̶ pregunté sobre sus labios.

̶ Es un don ̶ contestó y abrió por fin los ojos chocolate que me enamoraron ̶ buenos días amor. 

̶ Buenos días hermosa ̶ le di un beso en los labios ̶ ¿has dormido bien?

̶ Perfectamente, pero me duele todo el cuerpo ̶ contestó y reí.

̶ Normal, pero con un desayuno rico se te pasa ̶ murmuré y le di un último beso. 

Me levanté de la cama y me puse simplemente unas bragas y una camiseta. Fui hasta el teléfono y llamé a recepción para que nos subieran el desayuno. Por una vez le agradezco a Lucius que de pequeños nos diera tanto mal con aprender francés, ahora me venía muy bien.

̶ Me encanta cómo hablas francés ̶ murmuró Hermione mirándome desde la cama mientras se mordía el labio.

̶ Lo digo ahora en serio, ¿quién eres tú y que le has hecho a mi inocente esposa de hace solo unos momentos? ̶ pregunté riendo ya que nunca Hermione había sido tan provocativa.

̶ Teniendo una esposa cómo tú... es imposible no serlo ̶ contestó encogiéndose de hombros.

Me acerqué a la cama y me recosté besándola tiernamente. Estuvimos así hasta que tocaron la puerta y nos separamos. Fui a abrirle al del servicio de habitaciones y me dejó el carrito marchándose después de que le diera una propina.

̶ El desayuno está servido ̶ le avisé a la castaña ̶ vamos a desayunar.

Hermione se levantó e hizo una mueca de molestia sentándose otra vez en la cama. Empecé a reír también al ver todas las marcas que tenía en el cuerpo, aunque me sentía orgullosa de que esas marcas las había hecho yo.

̶ ¿Te ayudo bebé? ̶ pregunté aun riendo.

̶ Te tomaste muy literal lo de dejarme sin caminar ̶ comentó divertida.