CAPÍTULO 10

2.9K 201 34
                                    

7 meses después

Habían pasado ya varios meses desde que le pedí a Hermione que se casara conmigo. En concreto, estábamos a 26 de julio, un día antes de mi boda. Me había quedado en la mansión Malfoy para pasar la noche y arreglarme allí al día siguiente con mi madre, hermanos y mi tía Andy con Teddy.

Miraba el reloj cada cinco minutos contando las pocas horas que faltaban para unir mi vida con la de Hermione definitivamente. Era un total martirio para mí que el tiempo pasara tan lento.

Resumiendo un poco estos últimos 7 meses, habíamos tomado los preparativos de la boda con calma y planeándolo todo muy bien para que saliera perfecto. Además, estaban nuestros trabajos, que no nos permitían dedicarnos las 24 horas del día a planear la boda. Nos habían ayudado nuestros padres y amigos para elegir el sitio y esas cosas haciendo que todo fuera mucho más fácil y menos estresante.

Habíamos tenido nuestras peleas por el estrés de la boda, pero no había sido nada grave ni mucho menos. Aunque sí recuerdo cuando fuimos a probar los sabores de la tarta y Hermione me montó una escena de celos porque la camarera no paraba de mirarme y coquetearme.

Flashback

Hermione y yo habíamos quedado con sus padres, mi madre y mi tía para ir a decidir cuál sería la tarta para la boda. Según una recomendación que nos había dado mi tía, fuimos a un restaurante muggle donde nos dijo que hacían las mejores tartas de todo Londres. Lo bueno era que esos muggles sabían de la existencia del mundo mágico porque su hijo era mago, así que no había por qué disimular con ellos.

En la entrada nos recibió el dueño del restaurante, que al parecer era amigo de mi tía, por algo nos lo recomendó entonces.

̶ ¡Andy! ̶ llamó el señor a mi tía y le dio un abrazo ̶ cuánto tiempo.

̶ Es un placer verte de nuevo Will ̶ lo saludó mi tía y se giró hacia Hermione y hacia mí ̶ quiero presentarte a mi sobrina Aria y a su futura esposa Hermione. Se van a casar, así que necesitan un pastel para la boda.

̶ Un gusto señor ̶ saludamos Hermione y yo educadamente.

̶ El places es todo mío ̶ respondió Will ̶ enhorabuena por el compromiso chicas, vais a ver que aquí encontraréis la tarta que buscáis.

Asentimos con la cabeza y pasamos al interior del restaurante. Will nos sentó en una mesa y dijo que enseguida nos traían los pasteles. Esperamos alrededor de 5 o 10 minutos y apareció una chica castaña de más o menos nuestra edad.

̶ Buenos días, soy Susan y seré su camarera ̶ se presentó la chica mirándome sonriente ̶ por favor pedirme todo lo que queráis.

̶ Gracias ̶ le dijo mi madre y la chica me guiñó y se fue.

Me giré para ver a Hermione y me miraba con una ceja levantada, levanté los hombros restándole importancia y ella rodó los ojos. Miré a los adultos en frente de nosotras y trataban de no reír para no molestar más a mi prometida.

Durante la siguiente media hora, Susan nos traía varios trozos de distintas tartas y nosotros probábamos y opinábamos. En todo momento la camarera aprovechaba para sonreírme, guiñarme un ojo o acariciar mi brazo, lo que estaba enfureciendo cada vez más a Hermione.

̶ ¿Hay alguno que os haya gustado? ̶ preguntó Jean mirándonos.

̶ Creo que el número 14 o el 22 estaban los que mejor ̶ opiné y me giré hacia Hermione ̶ ¿tú qué opinas amor?

̶ Opino que deberías de parar a la idiota esa ̶ contestó matándome con la mirada ̶ no para de coquetearte y tú no le dices absolutamente nada.

No me importa la sangre (2ª parte)Where stories live. Discover now