CAPÍTULO 19

2K 167 31
                                    

Pasaron un par de meses y todo estaba más o menos tranquilo en Hogwarts. No había señales de los presos fugados y eso en parte me preocupaba bastante porque no sabía en lo que podían estar tramando. Ya habíamos conseguido apresar a unos cuantos, sin embargo, quedaban muchos y no eran precisamente los más débiles, entre ellos, Lucius Malfoy.

Después de clases seguíamos practicando el encantamento patronus y ya le salía a la mayoría de alumnos de 4º año en adelante. A los más pequeños obviamente les costaba mucho más porque era uno de los hechizos más difíciles que había y muchos de ellos apenas habían empezado Hogwarts este año.

De todas formas, ahora la seguridad era mayor y abarcaba también hasta Hogsmade porque había habido avistamientos de presos por allí. Además, los dementores ahora atacaban con mucha mayor fuerza a todo el mundo que veían y eso los hacía mucho más peligrosos.

Hacía un par de semanas que mis hermanos, Camila y Ginny habían venido a ayudar. Los aurores también hacían falta fuera de la escuela por varios ataques de mortífagos, entonces voluntarios del ministerio se vinieron a Hogwarts para protegerlo a la escuela y a sus hijos. Por eso obviamente mi familia y amigos no habían dudado en venir con nosotros.

Aunque la fuga de presos y la traición de los dementores fuera horrible y estuvieran poniendo en peligro a todo el mundo mágico, había una parte buena de todo esto y es que la relación entre Hermione y yo volvía a ser la misma que siempre había sido. 

El tiempo que ahora pasábamos juntas en el castillo o en nuestra habitación nos había ayudado mucho a aclarar nuestro problemas, además de una que otra conversación acerca de cómo nos sentíamos con respecto de la otra. 

Estábamos comiendo en el comedor, hablaba tranquilamente con Ron sobre unos papeles que habían llegado esta mañana sobre la fuga. Hermione no había venido a comer aún porque tenía que hablar con no sé quién del ministerio, de todas formas, conociéndola se quedaría para seguir trabajando, así que le llevaría comida luego, como en los viejos tiempos.

̶ Aria ̶ me llamó uno de los aurores, Gonzalo ̶ tenemos problemas.

̶ ¿Qué ocurre? ̶ pregunté tratando de ser lo más discreta posible y no alertar a nadie.

̶ Han visto a algunos mortífagos en el bosque prohibido ̶ me informó y me levanté del asiento.

̶ Escucha, con mucho disimulo, quiero que avises a los grupos 5, 9 y 12 y llévalos para inspeccionar el bosque ̶ le ordené ̶ no quiero que arméis mucho alboroto para que no cunda el pánico. Ahora voy yo también.

̶ Entendido ̶ aseguró yéndose hacia la mesa de aurores.

̶ Ron, llévale esto a Hermione por mí por favor ̶ le pedí al pelirrojo dándole una bandeja con comida para ella ̶ y no le digas dónde estoy, si no se preocupará y querrá venir a ayudar.

̶ Aria, ten cuidado y mantente en contacto con Harry y conmigo ̶ me pidió agarrando mi brazo antes de que me fuera ̶ si algo ocurre, iremos en seguida.

̶ Claro Ron, estad pendiente del trasmisor y vigilad el colegio por si acaso ̶ comenté y el pelirrojo asintió de acuerdo.

Me levanté de la mesa aparentando total normalidad y salí del comedor. Afuera, fui a dónde estaban todos y me dieron un trasmisor de radio. Por suerte, siempre llevaba el traje de auror puesto por si acaso ocurrían estas cosas. Además de que Hermione siempre me ha dicho que me veo bien con él puesto y me gusta estar bien para ella.

̶ Vamos a por esos malditos ̶ dije caminando hacia la salida ̶ capturarlos, a poder ser vivos, pero si representan una gran amenaza y no hay otra opción, tenéis la orden de matarlos. Recordad no ser compasivos y no dudéis ni un momento, ellos no dudarán en mataros.

No me importa la sangre (2ª parte)Where stories live. Discover now