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Talking to the moon

[Bruno Mars]

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Sé que estás allí afuera en algún lugar, en algún lugar muy lejos. Mis vecinos creen que estoy loco pero ellos no entienden, tú eres lo único que tenía... todo lo que tenía.

En la noches cuando las estrellas iluminan mi habitación me siento solo a hablarle a la luna, tratando de llegar a ti con la esperanza de que estés al otro lado hablándome también.

¿Seré un tonto al hablarle a la luna?

Me siento como un famoso del que todos hablan. Dicen que he enloquecido, pero ellos no saben lo que yo sé, porque cuando el sol se pone alguien me responde. Sí, me responde.

└─────────────────────────────┘

Terminó de escribir y dejó su pluma a un costado de la hoja. Quería dejar de escribir tontas cartas, pero no podía, era lo único que aún lo mantenía con los pies sobre el suelo. Lo peor de todo es que lo seguía haciendo porque recibía respuesta, aunque no colocara un destinatario o dirección, siempre recibía una carta con respuesta a sus palabras. ¿De qué se trataba?

Park Jimin era un simple mortal que había seguido el juego de un extraño. Un día como cualquier otro, el pelinaranja había encontrado un sobre negro bajo la puerta de su casa, no sabía que al tomarlo en manos y abrirlo quedaría cautivado. Un poema estaba escrito con buena ortografía, el amaba la buena ortografía tanto como a su vida misma, y los libros, no olvidemos los libros. Luego de leerlo y guardar el sobre en un cajón, Park tomó una hoja y escribió lo que sentía en ese momento, pero al colocar el destinario se dio cuenta de que no tenía uno, el sobre tampoco tenía escrito la dirección desde la cual había sido enviado. Aún así, Jimin dobló la hoja y la metió en un sobre blanco, luego solo salió de su casa y caminó hasta el buzón en la acera de la calle; metió la carta en este y subió la palanca. Había sido raro hacer eso, pues el cartero no podría llevarla por la falta de datos y en primer lugar, ¿qué hacía respondiéndole a un extraño? Más bien debería ignorar el hecho o sentir algo de inquietud por el mismo. 

Desde ese día Park, el bibliotecario, siguió recibiendo más sobres; cada uno con un poema distinto. ¿Por qué era algo especial para él? Jimin no tenía amigos ni familia, aún no conocía al amor de su vida y no planeaba hacerlo -o eso se repetía a si mismo en su mente- estaba bien como vivía su vida, pero por alguna extraña razón la emoción y calidez llenaban su cuerpo cada que encontraba aquellos escritos. Sin embargo, los mismos habían sido motivo de la desdicha que sentía ahora, pues se había enamorado del autor de aquellas palabras. Uno de esos tantos sobres cambió su vida cuando en lugar de recibir un poema, solo frías palabras de despedida fueron leídas por su linda voz. La persona que por más de tres meses lo cautivó sin falta, había dejado un mensaje muy claro para él; estaría ausente. El motivo no había sido descrito y aún así en las semanas siguiente los poemas siguieron llegando. Jimin estaba confundido, sin embargo no pudo quedarse con los brazos cruzados y decidió investigar.

Una tarde esperó a que el cartero pasara por el vecindario en el que vivía para recoger la correspondencia. Sin que Jimin dijera algo primero, fue cuestionado por el hombre. "¿Hoy no hay algo que pueda llevarme?" había dicho haciendo que Park se interesara más por lo que el hombre podía saber.

-... puedo saber, ¿a dónde ha estado llevando mis sobres? 

-Así que es verdad, hoy no hay nada que pueda llevarme. -Sonrió mostrando una bella sonrisa de corazón. -Eso significa que puedo decirte la verdad.

-No entiendo, por favor sea claro. Hace más de tres meses eh enviado sobres sin destinario ni dirección, pero como cada semana usted deja la respuesta que espero.

-Cada miércoles sin falta, lo sé. Soy bueno en mi trabajo ¿no? -Abrió su bolso y buscó algo en este. -Park Jimin, veintiséis años. -Leyó en una pequeña tarjeta. -Los sobres que has recibido provienen de tu alma gemela, sin embargo, no recibirás más. 

-¿Por qué? -Interrumpió con inquietud.

-Soy Jung Hoseok, mensajero de las vidas pasadas y futuras. -Sonrió y extendió su mano hacia el chico, pero este no correspondió el gesto. -Veo que el decir que tienes un alma gemela no llamó tanto tu atención.

-Lo siento, no puedo creer eso... pero si el que ya no recibiré nada. ¿Es una broma? porque está siendo de muy mal gusto.

-La persona que escribía para ti ha dejado de existir -Jimin abrió los ojos con sorpresa- no aquí, en su vida... el no existió ni existirá aquí. 

-¿Él? ¿es un él? -Jung hizo un sonido de afirmación. -Supongamos que te creo... ¿cómo puedes existir tu aquí? -Cruzó los brazos esperando una respuesta.

-A veces me pagan por hacer este tipo de favores, que aunque no está permitido me gusta hacerlos. -Dijo pero después comenzó a reír. -Es mentira, yo solo ayudo a que algunas almas encuentren tranquilidad. La persona que te corresponde te ha estado esperando por más de mil vidas.... supongo que aún no es buen momento para ustedes, pero ya llegará, lo sé. -Mencionó mirando el cielo con esperanza. 

-Más de mil vidas -dijo bajito para si mismo mirando el césped- eso es mucho tiempo. A propósito, ¿puedo saber como se llama? -Cuestionó levantando la mirada pero el cartero ya no estaba, se había esfumado. 

Desde entonces Park no lo había vuelto a ver, pero algo que si seguía pasando en su vida era la presencia de esos sobres bajo su puerta. Tal vez estaban siendo enviados desde una nueva vida o solo habían sido programados por un blanco pelinegro antes de morir y renacer en otro tiempo diferente a Jimin. 

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ㅠ сгy

20 Songs Challenge [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora