20 Songs Challenge [Terminada]

O2

Stay With Me

[Globin OST]

-El no está bien. -Mencionó el doctor. -Lo mejor será aplicar la terapia por dos o tres años. Si después de eso su estado sigue igual, me temo que lo mejor será internarlo en psiquiatría.

Eso es lo que le habían dicho hace un año. El estado mental de Hoseok incluso había empeorado. ¿Qué pasó entonces? Fácil, logró escapar de la clínica en que Jimin -su hermano- lo dejó. Ahora el pelirrojo vivía en un pequeño apartamento a las afueras de Seúl. Aún sentía ese vacío en su pecho, aquél que nadie había sido capaz de llenar.

Taehyung había fallecido hace dos años y medio. Lo seguía recordando como siempre. Una parte de él se aferraba fuertemente a los pocos recuerdos físicos que aún tenía de aquel cálido chico. Desde el punto de vista médico, eso no era sano. Aún no había sido capaz de superar su duelo y vivir así solo lo estaba llevando a crear un mundo en el que su ex novio aún seguía con vida. Debido a la debilidad de su mente, había sido capaz de lograr alucinaciones en las que para él, todo seguía perfecto....de vez en cuando.

Entonces, para Hoseok todo estaba bien. Como cada mañana se levantaba y mencionaba un "Buenos días amor" al aire. Solo el podía escuchar aquellas dulces palabras:

-Buenos días. -Salían tenues de aquellos rosados labios que luego formaban una cuadrada sonrisa, iluminando su mañana.

Así, comenzaba su rutina. Preparaba el desayuno mientras mantenía una pequeña conversación con quién solía llamar el amor de su vida. ¿Era triste? Sí.

Para el medio día esperaba la visita de su hermano. Obviamente este ya no lo obligaba a ir con el médico porque sabía que cualquier intento suyo, era inútil. Así que solo se dedicaba a cuidarlo y a vigilar que tomara sus medicamentos al horario correcto.

Ah, los tontos medicamentos. Aquellos que devolvían al pelirrojo a la cruel realidad. Una vez que los tomaba, la figura de su querido castaño desaparecía de su vista.

-¿Por qué tuvo que ir? -De nuevo la misma pregunta.

-Ya hablamos de esto. Taehyung te amaba mucho. El no sabía que pasaría todo aquello. -La misma respuesta.

-Pero, yo le dije que esperara por mí. -Sus ojos comenzaban a picar. -¡Yo se lo dije! -Jimin ya estaba acostumbrado a la reacción de su hermano luego de tomar sus pastillas. 

-Lo sé. El no te hizo caso. -Se acercó hasta el pelirrojo y lo abrazó por los hombros. -Pero oye, el ahora se preocupa por tí desde un lugar mejor.

-Yo lo quiero aquí, conmigo. -Habló bajando la cabeza. -De seguro el me esperaba contento en aquella estación. -Sonrió triste.

-Lo hacía. -De igual manera sonrió, recordando lo que había pasado hace tiempo.

Eran vacaciones de verano y Taehyung iría a visitar a Hoseok en Gwangju. Habían acordado que el pelirrojo iría a recogerlo, pero este tuvo un asunto pendiente de por medio y llegaría tarde. El castaño con el afán de querer verlo lo más pronto posible, había decidido tomar un taxi e ir hasta Jung como sorpresa, a pesar de que le había prometido quedarse en donde estaba: la estación del tren. Así fue que en el camino, un aparatoso accidente le arrebató la vida a él y al conductor del vehículo. Para cuando Hoseok se enteró fue demasiado tarde, ni siquiera pudo despedirse. Eso es lo que más le dolía.

Ahora estaba ahí, solo. Su alegría y ganas de vivir se habían ido junto aquel castaño.

-Debí hacerle compañía. -Pronunció. -Jimin, déjame ir. Quiero estar con él y poder ser feliz. -Esas palabras seguían aterrando al pelinegro.

-No, tu aún tienes mucho por que vivir. -Lo sujetó de las mejillas y limpió las mismas con sus pulgares.

-Si él no está, no tiene caso. ¿No entiendes? -Lo miró triste. -"Si esto es un sueño, por favor déjame despertar." -Esas palabras lo acompañaban siempre.

-Ey, aquí estoy yo. No te volveré a dejar ¿oíste? -El pelirrojo asintió, pero no estaba bien. Olvidar a Taehyung no estaba bien.

En la tarde, luego de que el pelinegro volviera a casa junto a su familia, lo decidió. Iba a hacerle compañía a su castaño. Por que estaba seguro que él también lo extrañaba y le hacía falta. Miró el atardecer una vez más y cerró las cortinas. Caminó hasta su habitación y de su mesita de noche tomó aquel frasco blanco que lo hacía dejar de lado lo que mas quería. Ahora le sería muy útil. Se sentó en la alfombra y se recargó en la pared. Tomó las suficientes pastillas en su mano y las introdujo a su boca. Ahora todo estaría mejor. Poco a poco comenzó a cerrar los ojos y sonrió por última vez. Podía sentir la tranquilidad en todo su ser.

Ahora lo podía ver más claramente. Taehyung, su pequeño novio estaba frente a él. Le sonreía tímidamente y eso hacía que su corazón latiera como nunca antes. Se acercó hasta él e incluso podía sentir el rose de sus manos.

-Hola. -Mencionó el castaño. -Te estuve esperando. -Sonrió.

-Lo sé, gracias por haber esperado lo suficiente. -Respondió el pelirrojo dejando un pequeño beso en sus labios.

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