Lágrimas bajo la Tormenta.

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Capítulo 15.

-Emili-

Abro mis ojos pausadamente, no hace mucho que desperté. Puedo notar la mano del auxiliar. No comprendo porque me desmaye por tanto rato. Mi brazo vendado me duele, supongo que la herida esta recién sanada.

Me levanto despacio, aun estoy algo mareada, quiero bajar de la ambulancia, tengo que ir a donde esta mi hermano. Aunque por lo que sucedió, debe estar en el hospital. Ese momento espeluznante en el que sus ojos se tornaron de azul a blanco, desde el momento en el que arrojo el cuchillo y me corto en el brazo. Luego se que caí al suelo y del golpe quede inconsciente. Solo recuerdo eso.

Bajo de la ambulancia. Camino lento hacia la ambulancia en la que esta José. Se le nota que esta mareado al igual que yo. Me acerco más a él.

-       José, ¿Sabes si ya se llevaron a mi hermano? – Pregunto.

-       Emili... Fernando... Tu hermano se suicido. – Informa comenzando a llorar.

-       ¿Cómo? ¿Por qué? – Pregunto de la angustia.

-       Comenzó a decir que no era él y en ese momento se clavo el cuchillo muchas veces. Me acerque para ayudarlo, pero el mareo no me dejaba hacer mucho. Solo vi que el color blanco de sus ojos se desvaneció, pero para el ya era tarde. – Explica José

-       Mi hermano esta muerto... Mi hermanito está muerto. – Deliro.

-       Emili, por favor, debes ser fuerte, tranquilízate. – Dice Yannelly al verme delirar.

-       ¡Suéltenme! – Digo.

-       Pero... Emili. – Interviene José.

-       Aléjense, solo déjenme ir a mi casa. – Digo.

Camino lentamente mientras lloro del dolor de la perdida de mi hermano.

Entro a casa. El desorden no es nada normal. Por todas partes hay cosas rotas, casi parecida a como quedo la casa de Jairicar cuando atacaron a Jainer.

Miro a la mesa. Tomo la foto familiar. La recuerdo muy bien, la tomamos después del cumpleaños de Mili. Ese día mi hermano había comido tanto que al tomar la foto tenía ganas de vomitar. Fue un día muy divertido.

Pero ahora solo la quiero guardar. Mis lágrimas salen cada vez más de mis ojos. Me siento en el suelo. La rabia y dolor hacen que golpee el suelo con tanta fuerza que la herida me duela más.

-¡Hermano!, ¿Por qué me hiciste esto?, ¿Por qué me dejaste sola? – Grito del llanto.

José y Yannelly se acercan corriendo. Se arrodillan ante mí para abrazarme. La calidez de sus brazos me hace sentir y saber que puedo desahogarme con ellos y cuento con su apoyo incondicional. Tomo ambas manos y los miro fijamente.

-       Saben, como hermana mayor, mi deber era proteger a mi hermano, pero ahora no sé si es cierto, porque miren lo que le paso, le falle. Pero lo que sé es que él no lo quería, el no quería morirse. Pienso que no fue un suicidio voluntario. – Digo.

-       Emili tiene razón, porque nosotros vimos como sus ojos cambiaron de color. Esta más que claro que no fue por su voluntad. – Justifica José.

-       ¿Qué quieren decir con eso? Yo pienso... No mejor dicho Yo sentí su energía vital. Creo que fue más fuerte que cuando vi el espíritu de Jhoan en la iglesia y cuando tuve el presentimiento del ataque a Daylew y Jhoan. Esa cosa no era nuestro amigo. Saben que creo, creo que Fernando ya estaba fuera de ese cuerpo antes de suicidarse. – Comenta Yannelly. – Y además, cuando quede inconsciente vi en mi mente como el amigo de Fernando, William, desaparecía de su lado, mientras Fernando caía en un espacio oscuro, pero al instante se llenaba de llamaradas de fuego que lo desterraban y no lo dejaba escapar... Eso fue lo que sentí y vi en mi mente. – Explica.

El Lado Oscuro de la Máscara©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora