SIETE

537 106 17
                                    

🧁


Satoru estaba temblando de frío, temprano por la mañana había escuchado en las noticias que la temperatura mínima de ese día para Hokkaido, sería de menos trece grados. En el deslumbrante mundo ideal que imaginaba más a menudo de lo que le gustaría admitir, estaría en su habitación, en el departamento de sus padres, metido bajo las cobijas, con el calentador encendido, con Suguru a su lado.

Pero en su lugar, estaba en la parada de autobús, el único sitio del pueblo dónde la recepción era lo bastante buena como para hacer una videollamada que durará varias horas sin cortarse.

Castañeó los dientes mientras sostenía el teléfono frente a su rostro, rezando a todos los dioses que conocía para que Suguru le contestara, pero no sucedió. Intentó llamar varias veces más, y cuando todas las llamadas fueron rechazadas, comenzó a escribir un texto. Sus dedos casi congelados continuaron dificultando el proceso de teclear sobre pantalla táctil, por lo que al final no fue él quien envió el primer mensaje.

[7/1 1:13 p. m.] sugu❤: que es lo que quieres?

[7/1 1:15 p. m.] S: hablar contigo

[7/1 1:15 p. m.] S: te extraño

[7/1 1:16 p. m.] sugu❤: terminamos, deja de llamar

[7/1 1:16 p. m.] S: QUIEN CREES QUE SOY?!

[7/1 1:16 p. m.] S: NO PUEDES TERMINAR CONMIGO POR UN MSJ DE TEXTO!

Satoru continuó enviando mensajes, hasta que Suguru lo bloqueó. Eso era todo, el último año tirado a la basura sólo porque cierta persona no podía soportar que le contara a sus padres sobre sus travesuras de Robin Hood. Quería llorar, pero sintió que alguien se estaba acercando, así que desquito toda su frustración arrojando su teléfono a la calle.

—Wow, ¿qué te hizo tu teléfono? —preguntó Haibara con diversión.

Satoru lo miró furioso por un segundo, pero a su lado, el gesto en el rostro de Nanami le advirtió que pensará muy bien en lo siguiente que haría.

—Rompieron conmigo por sms —admitió con un suspiro, mientras un camión de carga aplastaba su móvil.

—¿Qué es romper? —preguntó la pequeña Yua, que estaba tomando la mano de Nanami.

—Quiere decir que él y su novia ya no están juntos —explicó Yu con cautela.

—Era un chico —Satoru sabía que no había necesidad de aclararlo, pero de todas formas lo hizo.

—¿Los príncipes como tú pueden tener de novia a un chico?

Satoru miró a los otros en busca de ayuda, pero Haibara fingió hacer algo importante en su móvil y Nanami se limitó a encogerse de hombros. Ambos le dejaban claro que era su problema por hablar de más, por lo que debía solucionarlo él solo.

«Fantástico.», pensó.

—Supongo que no podemos, por eso terminamos.

¿Estás triste por eso? —Yua insistió.

Pues sí —admitió.

Yua se soltó de la mano de Nanami y abrazó las rodillas de Satoru.

—¡Estoy segura de que encontraras a alguien mejor! —dijo animada—. ¡Otro príncipe como tú! ¡Mi hermano y Ke-chan te ayudarán, ¿verdad?!

Se dio cuenta de que ninguno de los chicos parecía estar de acuerdo con esa idea, pero de todas maneras le dijeron a la pequeña Yua que lo harían. Satoru pensó que quizá un día podría usar eso en su contra.

❄️❄️❄️

Falling for U #1: Días de Enero [NanaGo] [Jujutsu Kaisen]Where stories live. Discover now