Falling for U #1: Días de Enero [NanaGo] [Jujutsu Kaisen]

TRECE

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Satoru parpadeó varías veces en un intento de que su cerebro procesara lo que veía: Unos pasos delante de él, estaban sus amigos esperando en la parada; una parte de sí se preguntó por qué no los había encontrado los días anteriores, siendo que esa era la única ruta y tenían que tomar el autobús de las siete y cuarto si querían estar a tiempo en la escuela; mientras que la otra se distrajo con el hecho de que el perfecto y brillante cabello rubio de Nanami estaba teñido de un castaño profundo, que combinaba con sus ojos almendrados.

No le quedaba mal, pero a Satoru no le gustaba para nada.

—¿Por qué te pintaste el cabello? —fue lo primero que salió de su boca cuando se detuvo a lado de Haibara esa mañana.

—Reglas de la escuela —obvio Nanami, deteniendo la mano de Satoru antes de que llegara a su cabello y lo despeinara.

—¿A ti no te dijeron nada, Satoru?

—Sí, pero me pongo mal con toda clase de tintes —Satoru se encogió de hombros metiendo sus manos ansiosas en los bolsillos de su abrigo—. No hay nada que hacer.

—Ah, sí, escuchamos sobre ti de las chicas de nuestra clase, ¿Verdad Kento?

—Pensé que lo habían inventado todo —dijo—. O que Gojo lo dijo para llamar la atención.

—No inventé nada —dijo con un puchero—. Puede que haya exagerado un poco, pero sólo trataba de evitar que me preguntaran por Jujutsu College.

—¡Ibas a Jujutsu College! —gritó Yu.

—No es la gran cosa —dijo Satoru.

Nanami cubrió la boca de su amigo antes de que siguiera diciendo cosas de las que Satoru no quería hablar.

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Había una cosa que le estuvo dando vueltas en la cabeza durante toda la mañana, por lo que a la hora del almuerzo, Satoru irrumpió en el aula de la otra clase y se sentó cara a cara frente a Nanami.

—Entonces, Nanamin —dijo Satoru, quizá demasiado alto porque el aludido le lanzó una mirada de advertencia—. ¿Tu cita de ayer?

—¿Tuviste una cita? —interrumpió Choso atragantándose con su onigiri.

—¿Yuki al fin te lo dijo? —dijo Haibara con mucho entusiasmo.

—Hablaba de mi cita con la estilista —Nanami sonrió.

Los tres chicos se desplomaron en sus asientos y suspiraron dramáticamente; Choso y Satoru con alivio, mientras que Yu parecía más bien decepcionado.

—Te odio, Nanami —dijo Satoru—. No pude dormir anoche tratando de imaginar qué tipo de chica saldría contigo.

—Debes aburrirte mucho en esa enorme casa tuya para pensar toda la noche en mí —Nanami puso los ojos en blanco.

Satoru no respondió sólo porque en ese momento Choso, por accidente, derramó su bebida sobre él.

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