26. 桜狩り (Sakuragari)

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Los ojos avellana del cachorro eran hipnotizantes, sus mofletes blancos como las margaritas y su nariz de botón de oro hacían ver al pequeño bebé cómo la flor más delicada del mundo y frente a Jimin; Su padre por elección, ese pequeño instante de reconocimiento entre el lobo del pequeño y el suyo era el recuerdo más importante de su vida como nuevo padre. Sus ojos se iluminaron en diamante como una promesa silenciosa del amor y el cariño que se le sería otorgado a aquello que quiso ser desechado. ¡Que ironía!

Pero el destino así como llenaba de tristeza los corazones de personas inocentes también les recompensaba, quizá la misma porción de sufrimiento sería recompensada por el equivalente de felicidad. No podía si quiera pensar en ello cuando su instinto lo arrastró a ir a la habitación de su alfa donde todo el lugar olía a él, el ambiente se sentía agradable y adecuado para que el cachorro creciera, con el dolor de su alma lo despejó de su cuerpo y lo dejó en medio de la cama, era muy pequeño; solo tenía dos semanas y era a penas un pequeño bultito en la cama, los ojos de Jimin se aguaron y buscó una cobija para ponerla a su alrededor, luego unas almohadas y sin darse cuenta se encontró armando un círculo con la ropa de su alfa en la cama para rodear el cachorro de su esencia.

De cierta forma sintiendo que el suave y relajante aroma de Namjoon serviría como la mejor medicina para curar al cachorro aunque este se estuviera recuperando bien, su lobo le pedía cubrirlo y protegerlo lo que le hacía preguntarse en la capacidad que las personas tienen para amar ¿Cómo podía amarlo si no era suyo biológicamente? Quizá era instinto neto, o su corazón iba más allá de las fronteras biológicas no lo sabía y jamás buscaría una respuesta lógica; solo sabía que nada pasaba por casualidad y si estaba ahí ahora, con su pequeño bebé debía cuidarlo y darle todo lo que él no tuvo durante su niñez.

Descubrió que no solo quería ser un omega fuerte e independiente, también quería ser un buen padre para su hijo; quería llenarlo de confianza, de sueños y perseverancia. En algunas ocasiones el temor inundaba su ser era completamente normal y natural ¡Diablos! Cualquiera podría decir que fue una mala decisión. Él solo tenía diecinueve años pero ese era su cachorro el cual él eligió, nunca fue un desliz o un error que lo llevaría a ser el tipo de padre que diría: ¡Todo lo hago por tí! ¡Me quité el pan de la boca por tí! ¿Con eso me pagas todo lo que he hecho? ¡He sacrificado mucho para criarte!

Solo quería ser diferente... Criar a sus hijos sin perjuicios, sin vanidad ni tontos estereotipos de la sociedad, ahora que tenía entre sus brazos un pedacito de mundo quería que este fuera completamente libre.

"Amor..." Namjoon entró a la habitación llamándolo al percibir un sentimiento que no supo descifrar a través del lazo pero ¡Oh sorpresa! Su omega había hecho un nido; un nido para su cachorro, en su habitación. De pronto sintió ganas de llorar y entrar en medio del nido para acompañarlos. "Ehm... ¿Puedo..p-uedo acercarme?" Preguntó algo cohibido sin saber cómo actuar realmente, sabía que debía pedirle permiso y no irrumpir en su espacio o este se podía poner algo agresivo o ansioso.

Jimin asintió con algo de vergüenza pero al ver la expresión del alfa sintió alivio y más cuando esté le transmitió un sentimiento de felicidad plena, supo en ese momento que todos los acontecimientos encajaron para que eso pasara y concederle el permiso a su alfa para entrar a su nido junto a su cachorro era una sensación indescriptible; todo era tan especial e íntimo que nunca se imaginó estar en una situación similar, y si su poca capacidad de imaginación algún día hubiese llegado hasta ahí estaba completamente seguro que nunca se sentiría igual. Estar ahí viendo y oyendo la quedita respiración de su cachorro, la fuerte aura dominante y protectora de su alfa conjunto a su aroma y presencia era simplemente... Inefable.

Namjoon sabía de ahora en más que debía cuidar especialmente a su pequeña manada, más que antes.

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HOH-Minimoni-SSSS. [Sin editar]Where stories live. Discover now