HOH-Minimoni-SSSS. [Sin editar]

30. Isshōkenmei 一生懸命

"¿Lo ayudo? Veo que está muy ocupado" dijo refiriéndose a los cachorros.

"No gracias yo puedo solo" respondió con educación, aunque fuese extraño él le tenía cierto miedo a las acciones amables de des lo desconocido porque de hecho había un trauma que lo explicaba muy bien.

"Pero lo puedo ayudar" el hombre alfa se acercó un poco con la mano extendida.

"Gracias señor pero no" murmuró sacándole de sus manos la manguera de la gasolina para salir rápido de ahí, el aura de ese hombre no le daba buena espina y Jiseo estaba al borde del llanto por falta de atención.

"Insisto" se acercó peligrosamente y Jimin dio un salto hacia atrás negándose.

"Dije que no, alejese por favor" le miró en advertencia. Había algo mal en todo eso, podía sentir el aura extraña de ese sujeto pero cuando se dispuso a marcharse así que caminó hacia atrás pero alguien lo agarró por la espalda.

"Te tengo" murmuró un alfa desconocido y el otro que estaba adelante puso un extraño líquido en el rostro de Jimin el cual sintió que ese líquido era tan fuerte que le hacía lagrimear y perder los sentidos, estaba mareado y algo desconcertado... dio pelea todo el tiempo que estuvo consiente pero ya no podía, su cuerpo no resistía ese químico que le calaba los huesos y le privaba de la libertad, otra vez.

Tres horas después su corazón latía con fuerza y su lobo le pedía con insistencia que se despertara porque estaban en un peligro inminente, fue como haber estado en una pesadilla horrible. Por un momento creyó que había soñado toda su vida con su cachorro y familia... Que su mente le había hecho una mala pasada y estaba ahí un Jimin cautivo, nostálgico y sumiso que tendría que casarse en unas horas pero no, ahí estaba Kim Jimin que había aprendido a vivir en una sociedad de mierda, caminó por medio del olor y saboreó las tristezas de las injusticias, ya no estaba el mismo chiquillo que se echaría a llorar, está él del presente uno nuevo y hecho de acero dispuesto a hacer todo para sobrevivir.

Miró el techo de su antigua casa en el pueblo y se incorporó rápidamente sintiendo un malestar espantoso en su pecho pero sus manos estaban atadas fuertemente detrás de su espalda a una viga de la pared, miró hacia los lados buscando a su cachorro y Jiseo estaban los dos acostados en una cuna, en la que vio la última vez que estuvo en esa casa rescatando a Hyuna, en el lugar que tanto lloró en silencio; en su habitación. Recordó lo que tenía en el bolsillo e intentó levantarse un poco para poder alcanzarlo aunque su cuerpo seguía algo dormido su mente estaba trabajando rápidamente, era como uno de esos juegos de scape room donde él y sus cachorros estaban dentro y si no hacian algo por escapar podrían sufrir las consecuencia y no lo permitiría, no se echaría a llorar, no ahora.

Pasos de tacones sonaron por el pasillo y Jimin cerró los ojos luchando para controlar su respiración y para que Hye no se diera cuenta que estaba consiente. La puerta fue abierta y los pasos se escucharon hasta la cuna de los cachorros, Jimin casi pierde el control hasta que sintió una fuerte bofetada en su rostro que lo hizo boquear, una más y luego un golpe en su abdomen.

"Despierta ya hijo de perra" lo agarró por el cuello y Jimin abrió los ojos con su corazón martillando en su pecho y la respiración agitada por la situación de peligro, no sabía como debía actuar esta vez no estaba solo.

"¡Ayuda!" Gritó como medida desesperada."¡Ah! Sueltame"

"Insolente" gruñó la mujer "Nadie te ayudará, aquí no te escuchará ni la madre luna" le sonrió para luego agacharse y tomar la hebilla del cinturón de Jimin para sacarla con sus grandes manos, él no entendía que estaba haciendo hasta que ella desabotono el pantalón y entró en pánico por completo miles de escenarios pasaron por su mente, ningún de ellos era bonito.