9.

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Los nervios son algo que atacan a cualquiera en cualquier momento, son algo que destrozan a la persona en cuestión de segundos, al igual que el miedo, y si bien por separado no son lo mejor, créanme cuando les digo que juntos no son la mejor combinación y María José justamente atravesaba esa situación. Los nervios por salir al escenario y el pánico que sentía por miedo a decepcionar a las personas allá afuera la carcomía lentamente. Dos toques en la puerta de su camerino llamaron su atención en ese momento.

-¡Pase! -anuncio mirándose fijamente al espejo frente a ella. La puerta se abrió dejando ver a Calle con quien conecto miradas a través del espejo cuando entro por completo al lugar cerrando la puerta a sus espaldas. -¿Qué haces aquí?

-Vine a ver como estabas -admitió recargándose en la puerta cruzándose de brazos mientras miraba detalladamente a María José.

-Mentiría si te dijera que no estoy nerviosa o asustada. -admitió la más baja dándose la vuelta para mirar a la castaña.

-Comprendo, no es fácil presentarse con millones de personas mirándote.

-¿Cómo logras lidiar con esto? -cuestiono suspirando. Era la segunda vez que Calle era amable con ella en un lapso de 72 horas, era algo a lo que aún no se acostumbraba y tampoco sabía si debía acostumbrarse.

-Nunca se cómo hacerlo, solo sé que cuando estoy en el escenario olvido todo tipo de preocupación y pienso en que con mi música tal vez le alegro el día a alguien, tal vez una de millones, pero sé que de ese millón a por lo menos uno logro pintar su día de forma distinta -explico regalándole una media sonrisa a María José -. Sé que lo harás bien, como te dije una vez, confió en ti y sé que lo lograras.

-Gracias, enserio, gracias por confiar tanto en mi como para ser tu telonera y guitarrista, es una gran oportunidad para mí. -comento Poche mirando fijamente a los ojos de Daniel, buscando tal vez poder descifrar su mirada. A pesar de que Calle estuviera usando un tono calmado y dulce, en sus ojos aún se reflejaba un atisbo de rencor.
-Sé que lograras mucho con tu música, estoy segura de ello.

-¿Puedo preguntarte algo? -cuestiono con cierta duda en su voz. Calle frunció el ceño confundida pero aun así asintió - ¿Qué te hice para que me odiaras? Los primeros días no podías verme ni en pintura y ahora...ahora actúas como si nada hubiera pasado.

En menos de una fracción de segundo la expresión serena de Daniela se tornó en una de total frialdad, su postura se puso rígida en cuestión de segundos y su mandíbula se tenso fuertemente.

-Termina de alistarte -comento seriamente para luego mirar su reloj posado en su muñeca derecha -. Sales en cuarenta minutos.

Sin esperar respuestas salió del camerino rápidamente dejando a Poche totalmente confundida.

-Bien... -susurro con la mirada fija en la puerta - eso fue raro.

(...)

-Suerte, lo harás bien. -le aseguro Johann dándole un leve apretón en el hombro. Kim levanto ambos pulgares en señal de apoyo y Pau le regalo una sonrisa acompañada de un leve asentimiento, sin embargo, Calle no estaba ahí para apoyarla y eso en parte le rompía el corazón de una forma u otra.

-Daré lo mejor.

Con un suspiro pesado se dio media vuelta y comenzó a subir las escaleras que la llevarían arriba del escenario. Lo bastaron subir un par de escalones para que los gritos y aplausos la envolvieran por completo. Por lo que habían ensayado tenía que salir tocando la guitarra mientras cantaba la primera canción de su disco, sin embargo, lo que haría sería cantar la penúltima canción.

Entre Melodías Where stories live. Discover now